Maluf. El poder oculto de la música andalusí de Túnez
Orquesta Andalusí de Túnez, Mahmoud Guettat





Pneuma PN-1290
2011

Concierto en el patio de las Doncellas, Reales Alcázares de Sevilla, 1990





NÚBA ASBAÂYN

01 - Istiftáh Asbaâyn [1:14]
obertura instrumental

02 - Msaddar Asbaâyn [4:22]

03 - Bashraf Sama'i Asbaâyn [3:41]
Badaniya-Harbi

04 - Istikhbar violín [1:57]
improvisación

05 - “Ala ya mudir al-Rán” [4:43]
Dkhul Barwal Asbaâyn

06 - “Qadima al-masá” [3:31]

07 - “Ya habibi farrjní” · “Mina Nawaá” [2:49]

08 - Istikhbar laúd [2:34]
improvisación

09 - Ya la qawmi dayya'uni” [4:26]
Shughul Asbaâyn

10 - Istikhbar qanun [1:23]
improvisación

11 - “Essaber mallit manou” [1:11]
Inshád · improvisación vocal





NÚBA HSIN

12 - Istikhbar nay, tab' Hsin [4:45]
improvisación

13 - “Ya lasmar” [5:06]
Zajal tab' Hsin-Sabá

14 - “Ya nás jaratlí gharáyib” [3:22]
Dkhul Barwal, Mrabbá

15 - “Ya qalbi otorokil mahna” · “Ya jafna áyni” [3:40]

16 - Danza popular de mezoued [4:44]
gaita







MALUF DE TÚNEZ

Se denomina Maluf a la música clásica culta de origen andalusí guardada y enriquecida en la escuela musical de Túnez. Maluf significa tradicional o habitual, lo que constata los valores estéticos y éticos de un repertorio rico y específico creado por la civilización árabe-musulmana, con substrato cultural mediterráneo, español y africano.

El Maluf es música árabe de impronta hispano-andalusí con substrato greco-persa, pero anidada y crecida en Túnez. Una música urbana basada en la técnica tradicional y ligada a una cultura artesanal, que se ha mantenido gracias al espíritu de los amantes cultos de la poesía, las artes plásticas y de la arquitectura. Esta música se ha cultivado y conservado gracias a ser interpretada en reuniones y fiestas. Y de este modo ha impregnado el espíritu y el modo de vivir no solo de una élite magrebí, sino de todo un pueblo que hasta ahora se ha identificado con esta poesía y música.

El presente CD del sello Pneuma en suColección Al-Andalus, quiere contribuir a su reconocimiento y divulgación. Nos unimos a los que están entregados a la labor de rescatar este patrimonio musical de la humanidad, ya que existe el peligro de ver cómo se mezcla o fusiona con otras músicas globalizadas, en una práctica deformadora de la refinada tradición heredada. También queremos reivindicar el origen español de esta cultura islámica en lengua árabe, que emigró a Túnez. Con el sonido propio de una grabación en concierto, se muestra una variedad de obras instrumentales y vocales en una interpretación tradicional, abriendo al curioso la puerta de esta música que une Al-Andalus/España y Túnez.

El maluf es un arte musical nacional en Túnez, con el que todos se identifican. Hasta ahora ha sido guardado y divulgado por los maestros, pero pensando en el futuro inmediato su conservación requiere especial atención en un mundo en el que las tradiciones se desdibujan presionadas por la efímera modernidad cambiante.





AL-ANDALUS Y EL MAGREB

A partir del siglo VIII el Magreb, especialmente Túnez, tuvo frecuentes vínculos con Al-Andalus. En los siglos IX y X existió una continua afluencia musical de Túnez hacia Cordoba y Sevilla, siendo muy valorados sus músicos y cantores. Al Muganni de Mandiyya tuvo relación con Granada. Poemas de Ibn Rasq de Kairawan, m. 1070, fueron musicados por Ibn Báya (Avempace) de Zaragoza, 1095-1139.

A partir del siglo XII y hasta la caída de Granada y la expulsión de los moriscos en 1609, a causa de la presión de la reconquista cristiana, se cambió el flujo y muchos músicos andalusíes se refugiaron en suelo magrebí. A mediados del siglo XIII más de 80.000 andalusíes fueron acogidos en las diferentes villas de Túnez.

Aunque la música culta era cultivada en el Magreb, fue a raíz de la llegada de los andalusíes cuando se estructuró y se enriqueció. Así se han formado las diferentes escuelas de las núbas magrebíes de la música andalusí en Trípoli, Túnez, Constantina, Tlemcen, Fez y Tetuan.

La núba es una suite musical definida por una escala o modo musical que le da su nombre y que está compuesta por series de canciones y obras instrumentales engarzadas y ordenadas por fases rítmicas y dinámicas reguladas y establecidas por la tradición. Cada escuela magrebí tiene unas características propias, pero es común que contengan cinco partes de rítmica específica, cantadas por solistas y coros, con intercalado de solos instrumentales y solos de canto libre, hábilmente situados para cautivar al melómano. Cada canción o parte de la núba se identifica por el poema, el ritmo y el modo musical, en este orden.


LA NÚBA DEL MALUF TUNECINO

En el siglo XIII al-Tifasi describe la núba como una suite compuesta por un recitativo (nasíd), una obertura (istihlál), el canto rítmico lento ('amal), y el canto ligero (muharrik). Tras la invasión otomana y a partir del siglo XVI, ya instalados los moriscos españoles, el sultán músico Mohammad al-Rasid (1710-1759) remodela el repertorio de las núbas añadiendo obras e intervalos de las escalas de origen turco. Desde entonces grandes músicos fueron documentando y completando la tradición oral del Maluf. Ahmad al-Wafi (1850-1921) y Jamayyis Tarnán (1894-1964) hacen una labor de recopilación de textos poéticos y musicales, incluyendo sus composiciones dentro de la tradición oral de los maestros antiguos. Hoy en día se conservan 13 núbas en las que se canta las qasidas, forma clásica de los poemas, y las moaxajas y céjeles, formas postclásicas de origen andalusí.

Los instrumentos tradicionales para el Maluf son: el rabab, hoy sustituido por el violín y la viola; el fhal, flauta oblicua de caña de la familia del nay específica del maluf; el tar, pandereta pequeña; los naqarat, juego de dos pequeños timbales; y especialmente el instrumento rey, el laúd tunecino ('ud arbí) de cuatro cuerdas dobles afinadas por quintas enlazadas. Otros instrumentos poco usados hoy en día son: el qanun, el laúd oriental, de 5 o 6 cuerdas dobles afinado por cuartas, y la gaita, zokra o mezoued, para la música popular.

La ciudad de Túnez fue fundada por Hassan Ibn al-Nu'man hacia el año 668, y es la capital de una antigua civilización heredera de los centros de cultura Ifriqiya, Kayrawan, Raqqada, Mandiyya y al-Mansuriyya. Su población magrebí, acogedora de invasiones árabes y refugiados andalusíes, ha realizado con el Maluf una verdadera aportación musical única y diferente de las otras escuelas andalusíes. Con Trípoli y Constantina comparte la denominación de Maluf para su música clásica, pero como heredera de Sevilla tiene su especificidad guardada y transmitida en las actuales ciudades de Sfax, Bizerta, Testour y el propio Túnez.

Eduardo Paniagua