medieval.org
1969
Hispavox HHS 2 (LP)
Erato STU 70 695 (LP)
Hispavox CDM 5 65 249 2 (CD, 1994)
A
1. Cantantibus hodie [3.52]
Secuencia, del Tropario XXXI de Vic, s. X
2. Alleluia, personet nostra iocunda [2.34]
Secuencia dedicada a san Juan Bautista,
del Tropario XXXI de Vic, s. X
3. Potestati magni [1.59]
Secuencia a 2 voces,
del Monasterio Scala Dei de Tarragona, s. XIII
4. In eadem quippe [2.27]
Verbeta para la fiesta de la Ascensión, Anon.,
Antiphonarium-Responsoriale de Gerona, s. XII
5. Hosanna. Sospitati dedit [1.44]
Tropus a 2 voces,
del Monasterio Scala Dei de Tarragona, s. XIII
6. Veri dulcis [2.38]
~~ CB 37
Carmina, del Liber judicum popularis de Barcelona, s. XI
7. In Gedeonis area [1.06]
~~ CB 85
Carmina, del Monasterio de Santa María de Ripoll, s. XII
8. Mentem meam [1.37]
Conductus, Plany per la mort del Comte Berenguer IV,
Monasterio de Santa María de Ripoll, s. XII
9. Cedit frigus [1.31]
Conductus pascual a 2 voces,
del Monasterio de Santa María de Ripoll, s. XII
10. Veri floris [1.24]
Conductus a 3 voces,
del Codex C.97 de la catedral de Tortosa, s. XIII
B
LLIBRE VERMELL de MONTSERRAT (s. XIV)
11. O virgo splendens, caça a 3 voces [2.25]
LV 1
12. Cuncti simus, virolai [1.09]
LV 6
13. Inperayritz, canción a 2 voces [2.49]
LV 9
14. Los set gotxs, ballada [2.04]
LV 5
15. Laudemus Virginem, caça a 3 voces [0.26]
LV 3
16. Ad mortem festinamus, danza de la muerte (virolai) [2.19]
LV 10
17. Splendens ceptigera, caça a 3 voces [0.24]
LV 4
18. Polorum regina, virolai [2.12]
LV 7
19. Mariam matrem, virolai [3.20]
LV 8
20.Stella splendens, danza sagrada (virolai) [3.00]
LV 2
Capella Musical y Escolanía de Santa Cruz del Valle de los Caídos
Fray Luis Lozano, OSB
Atrium Musicae
Gregorio Paniagua
Marcial Moreiras, fídula, viola discanto
Gregorio Paniagua, viola tenor
Cristina García, órgano positivo, regalía, flautas
Mariano Martin, flautas
Carlos Paniagua, zanfoña, flautas
Eugenio Urbina, laúd
Carmen Paniagua, arpa gótica
Javier Coello, vihuela
Eduardo Paniagua, campanil, percusión
Jose Luis Ochoa de Olza
director
LA MÚSICA EN CATALUÑA HASTA EL SIGLO XIV
La riqueza de Cataluña
en música del medievo es tal que solo hemos podido introducir en esta
grabación los mínimos testimonios imprescindibles para trazar un
panorama bien delimitado. Intencionadamente hemos dejado fuera la
canción trovadoresca, que cubrirá por sí sola una sección de otro
volumen dedicado a la monodia cortesana.
En una colección
discográfica como ésta lo exigible era ofrecer un dato básico de cada
forma musical, de cada estrato histórico, seleccionando solamente
aquellos monumentos artísticos más valiosos. Para efectuar este trabajo
hemos contado con una obra inapreciable de Monseñor Higinio Anglés: "La
Música a Catalunya fins al segle XIII" (Barcelona, 1935), completada con
otro excelente trabajo del mismo autor: "El Llibre Vermeil, de
Montserrat y los cantos y la danza sacra de los peregrinos durante el
siglo XIV", publicada en el volumen X (Barcelona, 1955), del anuario
musical del C.S.I.C. Conducidos por tan sabia mano, las dificultades de
selección, y también la de elección de transcripciones, quedaron
obviadas en gran parte. En lo que se refiere a ejecución artística, un
trabajo en equipo sumamente riguroso y estricto de directores
artísticos, asesores e intérpretes, ha dado como fruto la reconstrucción
de unas cuantas piezas básicas de una belleza sobrecogedora y
significando todo ello una aportación sin precedentes para situar la
cultura musical y litúrgica del medievo catalán de una manera viva y
real.
RESUMEN DE PRECEDENTES HISTÓRICOS
Los
ejemplos musicales más antiguos que conservamos de la música catalana,
son probablemente del siglo IX. Esto no quiere decir que en Cataluña no
se practicara el arte musical desde la antigüedad. Las danzas que
muestran las pinturas rupestres de Cogull (Lérida), son tal vez el dato
más antiguo conocido. Más tarde, en fechas históricas bien definidas, la
Colonia griega de Sant Martí d'Empuries (600 a.d.J.C.), debió hacer
sentir en suelo catalán la fuerza de su cultura. Ignoramos cómo serían
las danzas, la música y los cantos paganos de los siglos antiguos, que
perduraban aún en la época cristiana. Sabemos sólo que San Pacià, Obispo
de Barcelona del siglo IV, condenó la costumbre pagana de celebrar el
1º de enero con mascaradas, danzas, y desórdenes de toda clase. En
cuanto a la música visigótica, nada existe. La cultura litúrgico-musical
de la clerecía catalana, tomó vuelos propios con la entrada del rito y
del canto romano en los templos catalanes a partir de la época
carolingia. Es evidente que la Lex Romana penetraba en Cataluña a medida
que se realizaba la reconquista, aunque las reminiscencias mozárabes
perduraron hasta fines del siglo XII. Los monjes catalanes se sentían en
libertad para buscar un repertorio nuevo de tropus, secuencias,
conductus y otras formas literario-musicales europeas. El Monasterio de
Sant Miguel de Cuixà servía de puerta de entrada, y el de Santa María de
Ripoll, cuya escuela fue fundada en 888, se convirtió en el centro y la
casa madre de la producción litúrgica, musical y literaria de Cataluña.
Se conservan unos cincuenta antifonarios de los siglos X-XI y junto a
éstos aparece un buen renglón de himnarios, prosarios, troparios, y
otros libros en los que la música tenía un papel tan importante como el
texto. Generalmente contienen composiciones escritas para ser cantadas
en las fiestas del santoral catalán.
POLIFONIA
Los
troparios de la Catedral de Vic, así como algunos de Gerona y Tortosa,
son una buena muestra de lo que eran los cantos y la poesía religiosa
del Monasterio de Ripoll, tan relacionado con los monasterios del
mediodía de Francia, Saint-Pierre de Moissac y Saint-Martial de Limoges,
que son el centro clásico de la música a voces de los siglos XI-XII.
Además, se puede señalar Tarragona, Tortosa, y Scala Dei como centros de
los que conservamos polifonía y documentación histórica sobre la
práctica de la música a voces de los siglos XII y XIII. En Barcelona,
Gerona, Montserrat y Poblet se practicó también la polifonía, pero los
documentos que conocemos son ya del XIV.
SECUENCIAS
En
el siglo XIV aparecieron en Europa dos formas poético-musicales nuevas:
el tropus y la secuencia. Estas formas crearon una producción riquísima
de texto y música a través de las principales escuelas de cada país
europeo. En los troparios y prosarios de Vic-Ripoll, de Gerona y de
Tortosa, de los siglos XII-XIII, encontramos estas mismas obras. En lo
que respecta a la secuencia, muchas melodías sólo se han encontrado en
estos códex. Los dos prosarios de Vic, que representan el fondo de
secuencias usadas en el Monasterio de Ripoll, son todas del período
antiguo y de la transición de la forma poético-musical de las
secuencias. Este repertorio pertenece básicamente a los centros
franceses de Saint-Pierre de Moissac y Saint-Martial de Limoges, incluso
con versiones más puras que las encontradas en los troparios de
aquellos monasterios. Entre su repertorio aparecen bastantes secuencias
que fueron escritas en Cataluña, probablemente en el mismo Ripoll, y que
constituyen un documento impagable del pasado literario-musical de los
siglos X al XIII de Cataluña.
INTERPRETACIÓN
Respecto a
la interpretación tenemos algunos datos valiosísimos. Merced a la
Consueta del Monasterio de San Cugat —Liber consuetudinum— debida al
monje Pere Ferrer († 1231), sabemos que en los templos catalanes de la
Edad Media, en la música a voces, la voz de los niños se alternaba con
la de los monjes, uniéndose a veces en determinados melismas. En lo que
se refiere a instrumentos, una antigua costumbre ha venido en nuestra
ayuda, por lo menos para decidir sobre su inclusión, o no. Generalmente,
junto al título colocado para servir de guía al cantor en la
localización de la pieza, se apuntaban nombres de los instrumentos:
cithara, lira, tuba, etc...
1. CANTANTIBUS HODIE (Analecta hymnica VII, nº 85, y LIII, Nº 77).
La
secuencia a una voz que abre este disco aparece en los troparios de Vic
CXI f. 18 y XXXI f. 70. Pertenece al período clásico de las secuencias
y, por consiguiente, no puede ser menos antigua del siglo X. Es de
observar que el melisma cantado en cada estrofa sobre la última vocal de
los versos pares —de gran belleza y originalidad, por cierto— difiere
bastante del tradicional melisma responsorial de la verbeta.
2. ALLELUIA, PERSONET NOSTRA IOCUNDA
He
aquí otro ejemplo de secuencia. Está dedicada a San Juan Bautista y es
conocida solamente por el tropario de Vic XXXI f. 39. Con toda seguridad
fue compuesta en Cataluña e incluso C. Blume así lo reconoce al
incluirla en Analecta Hymnica LIII, nº 171. Por su carácter, pertenece
también al período clásico de los siglos X-XI. Se conocen solamente 17
estrofas, porque el original se presenta roto. Hay que resaltar que el
tropario de Vic XXXI, pese a ser copia ya del siglo XIII, aporta siempre
versiones bien auténticas, lo que quiere decir que los monjes de Ripoll
contaban con códices antiguos y fieles. La transcripción que ofrecemos
es debida a Monseñor Anglés, quien avisa que tanto esta secuencia como
la anterior —también transcripción suya— las ha dejado simplemente en
ritmo gregoriano.
3. POTESTATI MAGNI
Esta
secuencia a dos voces aparece en el códex nº 1 del Orfeó Català, que
procede del Monasterio Scala Dei de Tarragona. Es desconocida fuera de
Cataluña y todo hace sospechar que fue compuesta en nuestro país.
Pertenece a la segunda época de la secuencia (siglo XIII) y Monseñor
Anglés la transcribe en ritmo binario. (En nuestra versión, la voz
instrumental es el discantus).
VERBETA
Se llama Verbeta
a unos tropus a manera de prosas cortas cantadas después del último
nocturno de maitines en los días principales. La música de estas piezas
se suele presentar absolutamente silábica y variando la melodía cada dos
estrofas. Algunas veces se introducía un corto refrán para el pueblo al
final de las dos estrofas. Hay motivos para sospechar que el canto de
villancicos, que desde el siglo XVII encontramos difundido por toda
España como canciones que alternaban con los responsorios de maitines
para las fiestas de Navidad, se introdujo para sustituir a las verbetas.
La práctica de estas últimas estuvo tan extendida por tierras de
Cataluña que se encuentran en gran cantidad en los códex de Gerona de
los siglos y en muchos otros más tardíos.
4. IN EADEM QUIPPE
Esta
verbeta se cantaba para la fiesta de la Ascensión y se ha conservado en
el Antiphonarium-Responsoriale, de la Colegiata de San Feliú de Gerona.
El códex está escrito a principios del siglo XII, y se puede asegurar
que la verbeta data por lo menos del siglo XI. El estilo antifonal lo
hemos conservado en la presente versión, alternando las voces de los
niños con las de los monjes, reuniendo ambas en el melisma, con el que
finaliza la última sílaba del verso par de cada estrofa.
TROPUS
La
práctica del tropus fue conocida ya en la mitad del siglo IX.
Seguramente nació en Francia, descollando los tropus de Tutitus [sic;
Tutilus] († 915) de Saint-Gall, quien se acompañaba de la Rota. En
Cataluña fue conocido por lo menos desde el siglo X y debió ser [sic;
debió de ser] una forma litúrgico-popular, muy extendida hasta el siglo
XVI, en que se prohibieron. Según C. Blume, el historiador más
calificado de los tropus: "Tropus es el adorno de un texto litúrgico por
medio de una interpelación [sic; interpolación] al comienzo, a la mitad
o al final".
5. HOSANNA. SOSPITATI DEDIT
Se
trata de un tropus a dos voces que se encuentra en el manuscrito 1, f. 5
del Orfeó Català que como hemos dicho procede de la Cartuja de Scala
Dei, de Tarragona, copiado a fines del siglo XIII. Es una buena muestra
de los tropus del Ordinarium Missae. En nuestra versión, la voz
discantada se presenta sólo instrumental. Transcripción de H. Anglés.
6. VERI DULCIS
Se
trata de una melodía deliciosa del siglo XI con una construcción
parecida al virolai (es decir, con una alternancia de copla para solista
y refrán para coro). Se conserva en la Biblioteca del Monasterio del
Escorial, en un manuscrito que contiene el "Liber judicum popularis",
escrito en Barcelona en el siglo XI (año 1012) por Homoborus [sic;
¿Homobonus?], levita[?], y otros tratados. Se guardaba en la Catedral de
Vic y Juan B. Cardona, Obispo de Vic, lo regaló a Felipe II el año
1595. La versión que ofrecemos pertenece al Padre Sunyol, quien la
transcribió en notación gregoriana. Como el texto se conserva poco
legible, la transcripción es forzosamente aproximada. Es interesante
observar que también se encuentra esta obra en los Carmina Burana. Del
manuscrito, el repertorio de Carminas incluye algunas de carácter
sutilmente amoroso. A este género pertenece VERI DULCIS. La copia del
manuscrito catalán es más antigua que la de Munich y el texto más puro.
7. IN GEDEONIS AREA
Figura
este Carmina en el Ms. 116 del siglo XII, provinente del Monasterio de
Ripoll, que se conserva en el Archivo de la Corona de Aragón, en
Barcelona. Se trata de una poesía escrita entre el verano de 1187 y el
de 1188. La historia es la siguiente: Esteve de Thiers fundó la orden de
Grandmont de Limoges. Algunos monjes de esta orden se dedicaban
plenamente a la vida contemplativa y para ello eran liberados del
cuidado del Monasterio. Eran los clérigos, los letrados. Otros, en
cambio, cuidaban de la administración y de la parte material del
convento. Eran los legos, los iletrados. Poco a poco, a medida que la
casa se enriquecía, los segundos se imponían a los primeros, hasta que
durante los años 1185-1188, la lucha entre ambos bandos se hizo pública.
Dos priores de Grandmont, Guillem, capitán de los clérigos, y Esteve,
jefe de los legos, dirigieron la lucha. Enrique II, Rey de Inglaterra,
apoyó a Esteve, dado que la casa madre de la orden residía entonces en
su país. Guillem, en cambio, era ayudado por Felipe Augusto, de Francia,
por el hecho de que Guillem se había refugiado en tierra francesa. Se
echaba en cara a los legos que, valiéndose de las riquezas del convento,
habían obtenido una gran influencia. El texto poético de la canción es
una fuerte protesta por la postración de los monjes clérigos efectuada
por los legos y sus protectores. Existen versiones musicales diferentes
de este Carmina en el códex de Munich y en la Bodleiana, de Oxford. La
transcripción es de H. Anglés, en ritmo libre.
8. MENTEM MEAM — Conductus a una voz
Estamos
ante una de las páginas más bellas de la música medieval catalana. Se
trata de un Planctus (plany), por la muerte del Conde Ramón Berenguer IV
(† 1162). Se conserva en la B. N. de París, lat. 5.132, en un ms. de
los siglos XII-XIII, procedente del Monasterio de Santa María de Ripoll.
Fue compuesto, con toda certeza, por los monjes de Ripoll. Como es
sabido, el buen Conde, tras de concluir la reconquista de Cataluña,
ayudó al Rey Alfonso VII de Castilla en la conquista de Almería. Murió
durante su viaje a Italia y le llevaron a enterrar en Ripoll. Algún
monje de aquel Monasterio escribió esta tonada en ocasión tan triste. Es
una canción que lleva la forma a b c d, como la de los himnos
eclesiásticos de la litúrgia latina. Nuestra versión, para viola, tenor y
coro de monjes, conserva su hondura y dramatismo.
9. CEDIT FRIGUS
Se
trata de un conductas pascual a dos voces, incluido también en el ms.
de Ripoll, que se guarda en la B. N. de París, lat. 5.132. Es una buena
muestra de cómo en Ripoll se empleaba la polifonía del siglo XII. Aparte
de su belleza musical, tiene el interés de adoptar la forma poética y
musical del virolai, cuando en Castilla no se conoció hasta el siglo
XIII. En esta versión hemos cuidado de que quedaran bien explícitos el
cantus y el discantus, separando claramente su emplazamiento sonoro. La
transcripción de H. Spankey fue publicada en los Neuphilologische
Mitteilungen (1932).
10. VERI FLORIS
Es un conductus
latino a tres voces. Se conserva en el códex C. 97 de la Catedral de
Tortosa (y en la de la B. N. de Madrid, ms. 20.486, provinente de la
Catedral de Toledo), y contiene música del siglo XIII. Allí se presenta a
dos voces, pero nosotros, siguiendo a H. Anglés, hemos incluido una
tercera voz superpuesta por él, y tomada de la versión de Wolfenbütel
(677). Es muy probable que esta pieza pertenezca a la Escuela francesa,
pero el hecho de que aparezca no sólo en Tortosa, sino también en
Toledo, demuestra que en los templos de la península se practicaba la
música de los conductas polifónicos. La transcripción es de H. Anglés.
EL LLIBRE VERMELL (Siglo XIV)
Del
antiguo repertorio musical de carácter popular practicado en Montserrat
durante el medievo, excepcionalmente ha llegado hasta nosotros el
códice conocido por EL LLIBRE VERMELL, el cual contiene una pequeña
colección de cantos y danzas religiosas que se ejecutaban en Montserrat.
En 1886, el Padre Villanueva, en su viaje a Montserrat, pudo estudiar
por primera vez el códice. Poco después los monjes debieron prestarlo al
Marqués de Lió, Presidente de la Acedemia de las Buenas Letras de
Barcelona. Gracias a esta circunstancia se salvó de ser destruído con el
resto de aquel rico archivo y biblioteca a la entrada de las tropas
napoleónicas en Montserrat durante la guerra de 1911-12 []. La familia del Marqués de Lió devolvió el códice a
los monjes en 1885 [sic; devuelto antes del préstamo].
"El Llibre
Vermell", de formato in folio mayor, fue copiado a fmes del siglo XIV, o
principios del XV. En el último tercio del siglo XIX se encuadernó el
libro con terciopelo rojo, lo que dio lugar a su nombre.
Para
comprender bien el valor de esta colección basta saber que se trata de
una colección única en su género de las conservadas. Las canciones
religiosas a una voz del siglo XIII, o principios del XIV, son
relativamente pocas. En cuanto a canciones y danzas sagradas de la
segunda mitad del siglo XIV, son éstos los únicos ejemplos
supervivientes. El repertorio del "Llibre Vermell" está escrito en vista
a proporcionar solaz y distracción espiritual a los romeros en las
vigilias y jornadas vividas en los santuarios. Eran, generalmente, los
mismos fieles quienes cantaban y danzaban, unas veces para dar expansión
a sus alegrías espirituales, otras entonando cantos de perdón y de
penitencia siguiendo el plan de las romerías en Montserrat. Durante la
Edad Media, el canto popular y la danza sagrada tuvieron por fuerza que
ser muy conocidos y practicados. "El Llibre Vermell" es de ello un
testimonio total.
La fama de los milagros de Montserrat se
propagó por Europa desde los siglos XII-XIII. Las romerías se
multiplicaban y Papas y obispos concedían indulgencias y privilegios a
los romeros que subían la santa montaña, hasta el punto de que el prior
Ramón de Vilarut (1334-1348) hubo de ensanchar la antigua iglesia.
La
existencia de "escolans" (niños cantores) en Montserrat puede datarse
de lo menos desde el siglo XIV y del prestigio que adquirieron puede
juzgarse por el hecho de que con motivo de la entrada solemne en
Barcelona del Rey Fernando V el Católico, el 9 de agosto de 1471, los
consejeros de esta ciudad pidieron a los monjes de Montserrat que sus
"fadrins musichs" (niños músicos) cantaran en Barcelona para rendir
homenaje al monarca aragonés.
Desde tiempos antiguos los artistas
pintaron la Moreneta rodeada de "escolans", unos que cantan, otros que
tocan y llevan instrumentos. Ello indica que ya a fines del siglo XIV en
Montserrat se estilaban los instrumentos de cuerda y de viento como
partes acompañantes y acaso también como solistas.
La danza
sagrada fue bailada incluso dentro del templo, durante la época
medieval, a pesar de que los concilios se levantaron siempre contra esta
costumbre y condenaron sus abusos; pero en ninguna parte de Europa se
ha conservado música de tales danzas salvo en Montserrat. Merced a una
nota del copista, sabemos que las piezas del códice ya no se
consideraban en su tiempo como cantos litúrgicos, sino como cantos
religiosos de carácter popular, dignos de ser ejecutados durante las
vigilias de la noche en el mismo templo para descansar un poco después
de los sermones y de las oraciones, o durante el día, ante la iglesia.
En el propio códice se señala a los peregrinos que tanto durante el
camino de ida y vuelta, como durante su estancia en aquel santuario,
tenían que evitar canciones y danzas un poco libertinas ("cantilenas
vanas atque tripudia inhonesta"), a fin de que el ruido de los cantos y
el movimiento de las danzas durante la noche no turbaran las oraciones y
la devoción de los fieles en aquel templo. De las diez composiciones
contenidas en "El Llibre Vermell", que hemos grabado íntegro, cuatro son
indicadas para la danza "a ball redón" (danza de corro), dándose las
manos y bailando formando un círculo. Todo nos señala que los peregrinos
únicamente podían danzar en aquel templo "a ball redón" y dándose las
manos sin preocuparse para nada de contar los "puntos", como se estilaba
en la "estampida" del siglo XIII, o como se practica aún hoy día en la
danza tradicional de la sardana. El caso de Montserrat es único en
Europa en este aspecto; sus monjes permitían, e incluso fomentaban, la
danza sagrada en la montaña santa —danza a "ball redón", dándose las
manos dentro del templo—, a fin de fomentar la alegría espiritual en
medio de la penitencia y de la plegaria mariana.
En "El Llibre
Vermell" figuran tres piezas tituladas "caça", que equivale a la forma
del canon medieval. La forma de la "caça", o cánon, incluye siempre una
polifonía imitativa. Como pieza de sociedad, cortesana, monacal,
estudiantil, o religiosa popular, fue practicada en la Europa medieval.
La "caça" se interpretaba siempre a voces solas, sin apoyo instrumental
alguno. La forma canónica conserva siempre este esquema:
a b c a b, etc.
a b c a b, etc.
a b c a b, etc.
11. O VIRGO SPLENDENS
Está
construida esta pieza en forma de una "caça", o canon medieval a tres
voces, en la cual la segunda y la tercera voz no hacen más que repetir
las notas y el texto de la primera. Esta composición —como en parte los
otros dos cánones conservados en el mismo manuscrito— ofrece una
construcción muy arcaica con el uso de cuartas, quintas y octavas
paralelas. Quien la compuso conocía muy bien la técnica del contrapunto
de los siglos XII-XIII, y conocía también a fondo el canto gregoriano.
Hasta aquí no conocemos otro caso semejante en toda la historia de la
música medieval: un canon cantado con ritmo libre como de canto
gregoriano y que suena como una "dulcis armonia", que es el título que
el autor anónimo quiso dar al referido canon. Se trata de un canto a
tres voces que los "fadrins musichs" de Montserrat ejecutarían en aquel
templo para crear ambiente y preparar los ánimos de los fieles para la
ejecución de los otros cantos populares.
12. CUNCTI SIMUS (n2 6 del códex)
Es
un virolai a una sola voz. El códice montserratino contiene cinco
piezas de virolai. Las formas de canto clásicas en el medievo fueron el
"rondeau", virolai y "ballade". Eran éstas las formas musicales que
acompañaban la danza cortesana y los cantos sagrados, para cuya
ejecución se necesitaba un solista que empezara con el estribillo y las
coplas alternando con un coro que repetía el estribillo. El virolai
consta de dos períodos musicales que son más largos para los dos pies de
la copla y para la vuelta. Esta, canta la misma melodía del estribillo.
La forma musical más usada fue la de AB) cc, ab) AB (las letras
mayúsculas significan el refrán o estribillo).
13. INPERAYRITZ (n2 9 del códex)
Se
trata de otra joya musical de primer orden; una canción a dos voces
vocales. En el códex esta obra aparece copiada con texto diverso para
cada voz, pero si atendemos al hecho de que el texto literario completo
canta siete coplas y de que en cada copla se compensa [sic] un atributo o
prerrogativa de María, es evidente que para ejecutar esta pieza no se
cantaron nunca dos textos diversos simultáneos.
14. LOS SET GOTXS —"Ballada"— (nº 5 del códex)
La
ballada consta de tres períodos musicales unidos: dos largos para los
dos pies y la vuelta, y uno corto para el estribillo, que va al final de
cada estrofa. La pequeña balada montserratina tiene cierta analogía con
la balada italiana. Massó y Torrents, cree que el texto puede muy bien
ser del siglo XIII. Consta de cuatro versos de entrada: a a a b, con
refrán del pueblo: Ave María. Siguen las siete coplas, una para cada
gozo, cantadas, como dice el texto: "en vulgar cathalan a ball redón".
15. LAUDEMUS VIRGINEM (nº 3 del códex)
Texto
desconocido. Como ya hemos indicado, nos encontramos ante una "caça" en
forma más simple: un canon circular en el sentido de que las voces al
llegar al final empiezan otra vez "da capo" y cuyas voces no hacen más
que repetirse. Se copia el texto sólo de la primera estrofa, pero al
final la advertencia "vel sic", colocada delante del texto que comienza,
"plangamus scelera", indica que con este texto podría cantarse en otras
ocasiones. A falta de más estrofas, en nuestra versión, repetida dos
veces, hemos ejecutado los dos textos.
16. AD MORTEM FESTINAMUS (nº 10 del códex)
Se trata de una danza de la muerte,
en forma de virolai y de la que como hemos dicho se bailaban "a ball
redón", dentro, o en la puerta del templo, durante las vigilias. Podemos
imaginarnos a los peregrinos, entonando y bailando agotadoramente esta
danza tan fuerte y expresiva.
17. SPLENDENS CEPTIGERA (nº 4 del códex)
Se
trata de otro canon o "caça", cuyo texto está formado por la primera
estrofa de una poesía desconocida. Otras veces se cantaría con el texto
"Tundentes pectora". Es curioso que tanto en este número como en Laudemus Virginem, el primer texto es de alabanza a la Virgen y el segundo tiene un carácter penitencial.
18. POLORUM REGINA (nº 7 del códex)
Es un virolai a una sola voz. Nada podemos añadir a lo explicado
en el párrafo dedicado al nº 12 "Cuncti simus".
19. MARIAM MATREM (nº 8 del códex)
Es
una de las piezas artísticamente más importantes del "Llibre Vermell".
Se trata de un virolari polifónico. Nos encontramos ante una composición
real a tres voces: el cantus, parte vocal y las dos voces inferiores
instrumentales. Parece ser que se trata de la primera composición
hispana construida en la forma del villancico polifónico, con texto en
latín. Pasarán cien años antes de que esta forma se imponga en la Corte
de los Reyes Católicos.
20. STELLA SPLENDENS (nº 2 del códex)
No
podemos olvidar que estamos ante una danza sagrada de un valor
histórico y artístico inmenso. Uno de los pocos ejemplos que ha
supervivido [sic]. En "El Llibre Vermell" se presenta con una melodía de
danza acompañada de una voz instrumental. Nada tiene que ver esta
última con el tenor de los motetes del Ars Nova del siglo XIV, puesto
que no canta un texto diferente al de la voz superior, ni tampoco se
trata de una melodía preexistente a la cual se añadiera otra parte
vocal. Es una parte instrumental que fue concebida conjuntamente con la
voz superior. La forma de esta danza es la que ya hemos descrito del
virolai francés. Por la extrema belleza de esta obra, la consideramos
como un feliz remate de este breve pero apretado recuento de la música
medieval catalana. Un poco más allá y el Renacimiento que tanta
importancia tuvo en Cataluña, abrirá sus puertas con conceptos y estilos
bien diferentes.
ROBERTO PLA, 1968
[CD:]
Producción dirigida por ROBERTO PLA.
Técnico de sonido Peter Willemöes y Mike Llewellyn
NOTA: La presente grabación se efectuó en la Iglesia del
Monasterio de Santo Domingo de Silos, por amable concesión de
la
Comunidad benedictina de ese Monasterio. Los técnicos de sonido
no pudieron evitar que algunas veces se escuchara el canto
de los numerosos pájaros que pueblan aquel reposado lugar.
Esperamos que esto no entorpezca la audición de la música
grabada.
Ⓟ Grabación sonora original de HISPAVOX. S. A., Madrid. (España), 1968
Ⓟ Publicado por HISPAVOX. S. A., Madrid. (España), 1994
© De la presente edición, HISPAVOX. S. A., Madrid. (España), 1994
Gran Premio del Disco de la Academia Charles Cros de Francia
Gran Premio de los Discófilos de la O.R.T.F.