medieval.org
Sony "Hispánica" SK 62 263
1995
2000: reeditada en Pneuma, PN-240
1. Instrumental [3:08]
CSM 292
[Muito demostra a Virgen, a Sennor esperital]
laúd, fahl, viola, flauta, darbuga, címbalos
2. A Virgen, que de Deus Madre [5:31]
CSM 322
PV, CS, MV, coro de hombres — laúd, chirimía, fahl,
darbuga, pandero, tambor charro
3. Tantas en Santa María son mercees e bondades
[9:20]
CSM 173
ER, EF, coro de hombres — viola, flautas, pandero, campanillas
4. Instrumental [2:51]
CSM 259
[Santa María punna d'aviir]
nay, fahl, axabeba, darbuga, sonajas, pandero, tambor de arena
5. A Virgen, Madre de Nostro Sennor [6:19]
CSM 41
CS, PV, coro de hombres — psalterio 1, laúd, tromba marina,
pandero
6. Muitos que pelos pecados que fazen perden o lume
[6:04]
CSM 338
PV, coro de mujeres — zanfona, fahl, psalterio 2, pandero, sonajas
7. En todo nos faz merçee [3:57]
CSM 375
ER, coro de hombres — santur, psalterio 1, flauta, tromba marina,
darbuga, castañuelas
8. Instrumental [1:59]
CSM 268
[Gran confiença na Madre de Deus sempr'
aver devemos]
flautas pastoriles, panderos
9. Ben pod' a sennor sen par fazer oyr e falar
[3:13]
CSM 101
ER, EF, coro de hombres — dutar, laúd, guimbri, pandero con
sonajas, tabila
10. Ben pode Santa María guarir de toda
poçon [8:58]
CSM 189
MV, CS — nay, flauta, viola, ajorcas
11. Macar é door a rravia maravillosa e
forte [7:18]
CSM 393
MV, coro de mujeres — santur, flauta, pandero, palmas
GRUPO DE MÚSICA ANTIGUA EDUARDO PANIAGUA
Voces e instrumentos copia de los de la época
Coro de mujeres:
Paula Vega,
Clara Serrano,
Montserrat Velasco
Coro de hombres:
Emilio Rubio,
Enrique de la Fuente,
Laurentino Saenz de Buruaga
Eduardo Paniagua:
flautas a bisel, fahl, chirimía,
santur, psalterio 2, darbuga, pandero, sonajas, tabila, tambor de
arena, campanillas, címbalos, castañuelas, palmas
Luis Delgado, zanfona, dutar, guimbri, tromba marina,
darbuga, pandero, tambor charro, ajorcas, palmas
Luis Paniagua, viola (dilruba)
Begoña Olavide, psalterio 1
Wafir Sheik, laúd árabe
Vicente Molino, nay, axabeba
Sony SK 62 263:
Diseño de portada:TRIO
Foto de portada: Miniatura de la Cantiga 81
℗ © 1995 SONY MUSIC ENTERTAINMENT (SPAIN), S.A.
Pneuma PN-240:
Portada: Miniatura de la Cantiga 81. Bandeja interior: Miniatura de la Cantiga 10
Diseño gráfico: Luis Vincent
Traducción de cantigas: Jesús Montoya y José Filgueira
English translation: Lesley Ann Shuckburgh
Sonido: Estudio "El Cometa", Torrelodones, por Luis Delgado en julio/septiembre de 2004
Depósito Legal: M-33885-2000
Distribución: Karonte, Madrid.
Producción: EDUARDO PANIAGUA • 2000 PNEUMA
MÚSICA CURATIVA
Desde un punto de vista amplio, la etnomusicología considera el
elemento musical como expresión del alma de un pueblo. Contempla
la música antigua como un rasgo fisionómico del
"Volkgeist" herderiano. Su estudio, además de la
dimensión tecno-científica, implica el diálogo
espiritual, con implicación personal, a través de la
música, con ese pueblo que descubre su propio rostro. El estudio
de esta disciplina se convierte en un diálogo interpersonal que
implica actitudes meta-científicas y meta-técnicas, es
decir, metafísicas; como toda manifestación del espiritu.
En la melodía popular se manifiesta, como en un icono, la
historia, el paisaje, el genio y el rostro de ese pueblo que a
través de voces anónimas han dejado como en "cifra" su
propia interioridad. Esta expresión cifrada es como el
trampolín que nos lanza a contemplar y descubrir el horizonte
inagotable del alma de ese pueblo y de esa época.
Cuando escuchamos algunas melodías antiguas o de culturas
alejadas de nuestra propia cultura, a veces experimentamos como un
despertar anamnésico la sintonía interior de la
música escondida y dormida en lo más hondo de nosotros
mismos.
La interpretación de Eduardo Paniagua no se detiene en la
reproducción arqueologista de la música antigua, sino que
trata de acercar a nosotros todo el universo espiritual y cultural que
subyace en esas melodías y textos cargados de originalidad
expresiva, como rostros que nos sonríen y se comunican con
nosotros en un diálogo cálido.
En la Cantigas de Santa María, verdadero milagro cultural, donde
se ha congregado una admirable síntesis de la música
mediterránea, podemos sentirnos familia con pueblos que desde la
lejanía y el anonimato nos envían unos mensajes cifrados
cargados de contenido humano profundo.
La audición de las Cantigas no puede realizarse desde la
captación fría e impersonal de un producto musical de
mercado. Hay que convertirla en verdadera experiencia personal de
profundidad espiritual. Hay que saber evocar el mundo medieval con toda
la riqueza humana que supuso el abrazo fecundo de tantas culturas,
mezclado con luchas, guerras, donde etnias vencidas se convierten en
vencedoras culturalmente.
Si sabemos escuchar acompañándonos de nuestra
imaginación y metiéndonos por las calles y campos
medievales de la España alfonsí, si sabemos permanecer
atentos a la narración de estos milagros ingenuos y
sorprendentes, habremos realizado una psicoterapia profunda. Se
habrá realizado el milagro de nuestra propia curación.
Será como un exorcismo que nos librará de los demonios
del mundo moderno donde lo verdaderamente humano está tan
enfermo. Nos habremos preparado para seguir encontrándonos con
mundos maravillosos a través del trampolín de la
música antigua. Es que parte del alma de esos pueblos lejanos y
desconocidos estaba escondida y dormida en el fondo de nuestra propia
alma.
Francisco Caballero García
REMEDIOS CURATIVOS EN LAS CANTIGAS
Las Cantigas de Santa María son el monumento más
importante de la monodía lírica mariana de la Europa
Medieval
De las 427 obras que constituyen el índice de los cuatro
hermosos códices de la época que conservamos, 356 son
narrativas, relatando milagros y mediaciones de la Virgen, muchas de
ellas alusivas al mundo de la salud física y espiritual. Las
demás son de loor o relativas a festividades.
Las narraciones de las Cantigas están tomadas de repertorios y
cancioneros que circulan por Europa, de la tradición oral de los
santuarios marianos, o de la propia experiencia del Rey Alfonso y sus
allegados.
Se nos cuenta las más variopintas experiencias de la vida de los
hombres. Pero son relevantes las que aluden a enfermedades y a
curaciones. Su descripción es, por demás,
interesante, pues reflejan entre otros detalles, formas de hacer de la
medicina de la época.
La fe en el milagro nutre la esperanza, donde todo lo posible y hasta
lo imposible puede hacerse realidad. Por esto, todos los pueblos han
repetido de diversas formas las narraciones de milagros y curaciones.
Lo que una vez sucedió, puede suceder ahora. Las Cantigas
alfonsíes de curaciones milagrosas irradian esperanza y suscitan
la curación del espíritu, porque robustecen la "erectio
animi", como decían los antiguos.
Las Cantigas han sido llamadas la biblia estética del siglo XIII
en la que todos los elementos del arte medieval, especialmente los
alusivos a los instrumentos musicales, aparecen
enciclopédicamente condensados.
CANTIGA 292
Versión instrumental de esta Cantiga que con ritmo binario y
airosa melodía introduce esta selección de obras
presentando el mundo de la salud de las Cantigas de Santa María.
En ella aparecen instrumentos de las familias de cuerda pulsada, el
laúd; de cuerda frotada, la viola; de viento, las flautas; y de
percusión, la darbuga.
CANTIGA 322. La Virgen, que es Madre de Dios.
Un vecino de Évora en Portugal, intemperante en la comida, con
ansia cenaba una noche unos conejos asados, y se le atravesó un
hueso en la garganta. Estuvo muchos días sin poder tomar
más que caldo y agua fría. Los parientes y amigos
juzgaban el mal irremediable. El día de la fiesta de la Virgen,
en el mes de Agosto, dándole por muerto lo llevaron a la iglesia
y lo encomendaron a la madre de Dios. Durante la misa del alba, tuvo un
violento golpe de tos, y todos creyeron que espiraba; pero
arrojó el hueso y quedo sano, merced a la celestial
señora.
Cantiga de carácter popular de ritmo binario.
CANTIGA 173. Tantas son las mercedes y bondades que hay en Santa
María.
Aquejaba grandemente a un aragonés el mal de piedra. Habiendo
consultado en balde a muchos "físicos", acudió al
santuario de Santa María de Salas en Huesca, y con fervor
ardiente pidió su curación. Un día, al
despertarse, halló en el lecho el "cálculo", tan grueso
como una castaña. En el relato falta la estrofa de la
visión en sueños.
Cantiga de carácter tranquilo y meditativo en ritmo
yámbico que nos ofrece un curioso antecedente del
famosísimo tema musical de la Secuencia "Dies irae" de la Misa
de difuntos.
CANTIGA 259
Versión instrumental de la Cantiga de la leyenda de la candela
de Arrás, en Francia, que cura la enfermedad del "Fuego de San
Marcial", infección de erisipela o intoxicación por el
cornezuelo del centeno.
Está interpretada con instrumentos de viento y percusión.
CANTIGA 41. La Virgen Madre de Nuestro Señor.
Curación de un loco llamado Garín en Soissons, Francia;
que era banquero, y a quien había hecho perder la razón
el miedo que le infundía el demonio.
La forma musical de esta obra es única en las Cantigas al
interpolar la primera frase del estribillo en los pies de la estrofa en
forma de rondeau-rondel. Las cuatro frases de la estrofa tienen la
misma melodía inicial del estribillo.
Esta hermosa Cantiga combina el ritmo dáctilo con los ritmos
espondeo, yámbico y trocaico.
CANTIGA 338. A muchos que, por los pecados que hacen, pierden la luz
(de sus ojos).
Curación de un hombre de su ceguera en la ciudad de Évora
en Portugal.
Un mozo de labranza cegó de repente mientras estaba arando el
campo. Su amo, que le apreciaba, lo llevó al cabo de un
año a la iglesia de Santa Marla. Al entrar al templo el mancebo
vio la luz de la velas del altar recobrando la vista.
Cantiga de compás ternario y ritmo yámbico.
CANTIGA 375. En todo nos concede su gracia.
El caballo de Bonamic, escribano del rey Alfonso en Sevilla, estaba
moribundo; Bonamic, muy afligido, imploró la misericordia de
Santa Marta del Puerto, y le ofreció poner en su iglesia un
caballo pequeño de cera. El caballo sanó al punto.
Con estructura de zéjel simple esta alegre Cantiga muestra una
ingenua historia que nos acerca a los acontecimientos
biográficos del Rey Sabio y sus amigos.
CANTIGA 268
Versión instrumental de la Cantiga de la tullida francesa que en
romería a Santiago de Compostela recobró la salud en
Villa Sirga, Palencia.
La melodía está interpretada con flauta pastoril de
madera y panderos.
CANTIGA 101. Bien puede la Señora sin par hacer oír y
hablar.
Curación de un sordomudo en Soisson, Francia. Un enfermo demanda
a la Virgen su curación con ademanes y llanto. Se le aparece la
Virgen, y al tocarle con sus manos le sangran lengua y oídos,
recobrando la palabra y volviendo a oír.
Cantiga en forma de virelai con versos de siete sílabas y frases
musicales cortas.
CANTIGA 189. Bien puede Santa María sanar de toda
ponzoña.
Un peregrino que camina de Valencia a Salas, en Huesca, se encuentra
con un animal monstruoso semejante a un dragón. Lo ataca con su
viejo espadón y lo parte por la mitad. La sangre le salpica en
el rostro y le produce una enfermedad parecida a la lepra. Sigue hasta
Salas, y allí suplicando ante el altar es curado.
La Cantiga está interpretada con ritmo libre a sugerencia de la
historia de este animal fantástico, símbolo de las plagas
y el mal. El veneno que lanza el dragón, como si fuese una
epidemia ha de ser combatido por héroes y santos como Apolo,
Perseo, Hércules, Sigfrido, Jorge de Capadocia y nuestro romero
valenciano.
CANTIGA 393. A pesar de que la rabia es un dolor extremado y fuerte.
Curación de un niño que padecía de rabia. Un
vecino de Arcos de la Frontera llevó a su nieto,
hidrófobo al santuario de Santa María del Puerto. El
infeliz que padecía de convulsiones y angustias mortales en la
primera noche en que elevaron sus preces a Santa María pudo
beber agua y curó en poco tiempo.
Cantiga de ritmo binario, su construcción musical tiene especial
interés por el empleo que hace de la imitación su bella
melodía.
Eduardo Paniagua