Medieval Women's Songs  /  Cálamus
Begoña Olavide · Rosa Olavide · Carlos Paniagua · Luis Delgado · Eduardo Paniagua


Música Arábigo-Andaluza, s. XIII-XIV | Cantigas de Martín Codax, s. XIII






pneumapaniagua.es
medieval.org

Pneuma PN-050
julio de 1991








A. Nuba Rasd ed-dhil

1. Touchya Qáim wa nisf   [1:23]
Salterio I/Tar I/Bendir I/ºUd I/Tarija

2. Sanaº Basit 'No confíes a nadie tu secreto'   [2:47]
Salterio/Canto II, Al-urgana/Bendir/Tar II/Shahin

3. Tawachi Qudam   [3:07]
Shahin/---/Bendir/Sinj/Sinj, Medusa

4. Sanaº Darj 'El vino como sangre de gacela'   [4:36]
Canto I/Kamanja/Darbuka/ºUd I/Nay



B. Malúf

5. Mchalia sobre 'La fuerza que tengo'   [2:10]
Pulsera, Medusa/Kamanja/---/---/Palo de lluvia

6. Sanaº (para la fiesta de la circuncisión)   [2:43]
Qanun/Tar III/Darbuka/ºUd I/Shahin

7. Taqsim sobre 'Layla me ha quitado la cordura'   [3:22]
Qanun/Sinj/Darbuka/Bendir III/Tar I y II

8. Touchiya sobre 'Los ojos me lloran por perder a mi amada'   [3:53]
Qanun/Sinj/Darbuka/Bendir III/Tar I y II



C. Martin CODAX. Cantigas de Amigo

9. I. Ondas do mar de Vigo   [3:50]   ca  I
Pandero/Canto II/Zanfona/Trompa marina/Ocarina,  Medusa,  Campanitas, Palo de lluvia

10. II. Mandad'ei comigo   [3:39]   ca  II
Canto I/Rabel I/Salterio II/Rabel II/Flautón en ut

11. III. Mia yrmana fremosa   [2:05]   ca  III
Organo portátil/Canto II/Zanfona/Vihuela de péñola/Adufe I

12. IV. Ay Deus   [5:42]   ca  I
Canto I, Salterio IV/---/Salterio II/---/---

13. V. Quantas sabedes amar amigo   [2:26]   ca  V
Canto I, Arpa/Viola/Trompa marina/Tamborcito, Cántaro, Crótalos/Flauta en ut, Castañuelas ibicencas

14. VI. Eno sagrado, en Vigo   [1:56]   ca  VI   CSM  330
Arpa/Canto II/---/Laúd/Timpanon

15. VII. Ay, ondas que eu vin veer   [3:39]   ca  VII
Salterio I/Canto II, Címbalos/Salterio II/Adufe II/Flauta en fa, Flautín en fa



Cálamus

Begoña Olavide/Rosa Olavide/Carlos Paniagua/Luis Delgado/Eduardo Paniagua







MUSICA ARABIGO ANDALUZA Y CANTIGAS DE AMIGO DE MARTIN CODAX S. XII-XIII

El presente registro reúne una muestra de obras musicales de la España medieval que, aunque de diferente carácter, tienen elementos comunes.
Se trata de canciones de mujer o cantigas de amigo del trovador gallego Martin Códax (lírica en la que la mujer expresa su deseo amoroso) y canciones arábigo-andaluzas interpretadas en origen por las "QIYAN", cantaoras y tañedoras de laúd (únicas mujeres a las que se permitía el contacto con el mundo masculino musulmán).
Otro elemento común son las formas poéticas moaxaja y zéjel, invento andalusí de finales del siglo IX, que cantadas por un pueblo birracial y bilingüe, pasó del mundo árabe al mundo románico, encontrando variedades del zéjel en los trovadores y en la lírica galaico-portuguesa.







MUSICA ARABIGO ANDALUZA

La música arábigo-andaluza, como la Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba o el Alcázar de Sevilla, es uno de los vestigios más atractivos y poco conocidos de la refinada civilización hispano-árabe.
En el año 822, Ziryab (músico discípulo de Ishaq el Mawsuli, de la corte de las mil y una noches de Harún ar-Rashid de Bagdad) llegó a la Córdoba de los Omeyas, llevando consigo más de diez mil poemas, su nuevo laúd de cinco cuerdas y un espíritu enciclopédico. Esto transformó las costumbres de la corte y cambió los cantos andaluces, basados en los cantos de camelleros, y los preexistentes visigótico-bizantinos por cantos nuevos que pronto se difundieron por todo el mundo musulmán.
A Ziryab se le atribuye la creación de la NUBA. Etimológicamente la nuba significa "turno". Musicalmente se trata de una serie o suite de canciones y obras instrumentales basadas en un modo específico y agrupadas en movimientos diferentes según un orden MIZAN, que corresponde a cinco ritmos base. Estos ritmos son: BASIT, QAIM WA NISF, BTAYHI, DARJ Y QUDAM.
Las canciones o SANA son independientes y se encadenan unas a otras en los ritmos anteriores. Estas se componen de dos a siete versos, en la forma moaxaja y zéjel, divididas en dos hemistiquios, separados por vueltas instrumentales.
Los temas de las canciones son los tradicionales de la poesía Arabe; el báquico con elogio al vino, el GAZAL o poemas de amor, el floral o descriptivo de la naturaleza, la sátira y la piedad religiosa ligada al sufismo.
Originariamente las nubas eran veinticuatro, quedando en Marruecos en la actualidad once, recogidas en el siglo XVIII por el músico Al-Hayk.
La nuba se inicia con un preludio instrumental sin ritmo MCHALIA, a continuación viene una pieza instrumental con ritmo llamada TOUCHIYA. Entre las canciones se intercalan piezas instrumentales llamadas TAWACHI, principalmente en el ritmo QUDAM. También aparecen improvisaciones instrumentales, llamadas TAQSIM, en medio del MIZAN para enriquecer el conjunto de la suite.
La música arábigo-andaluza difiere de la oriental en que no tiene cuartos de tono, salvo excepciones, y usa una gama temperada occidental. Esta música, eco fiel de la andalucía musulmana, nos ha llegado por tradición oral desde el Magreb, su principal receptor y heredero. Oleadas sucesivas de refugiados andaluces expulsados por las conquistas cristianas, con su punto culminante tras la conquista de Granada en 1492, fueron creando diferentes tradiciones de este arte culto que refleja la nostalgia de un paraíso, que aun hoy se recuerda con dolor. La NUBA y el GHARNATI en Marruecos, el MALUF en Túnez y el SANAA en Argelia.
Los estudiosos afirman la autenticidad de esta transmisión oral apoyada, entre otros argumentos, en la persistencia de las originales formas andaluzas de la moaxaja y el zéjel y en la autoría reconocida de poetas andaluces.
Presentamos algunos fragmentos entresacados de la gran riqueza de la música arábigo-andaluza de la España medieval con el espíritu del prólogo de DIWAN de IBN JATIMA de Almeria del año 1337:
"Loado sea Dios que abrió las conchas de nuestras bocas para que salieran las perlas de su alabanza... e hizo que fuese la lengua árabe y la eufonía de sus composiciones la más bella lengua y la más hermosa música".

EDUARDO PANIAGUA






CANTIGAS DE AMIGO DE MARTIN CODAX S. XII-XIII

A finales del siglo XV, o a principios del XVI, un inteligente humanista italiano, Angelo Colocci, dispuso en Roma la copia de varios poemas que desde la Baja Edad Media y por caminos que no nos es dado conocer, llegaron a sus manos. Estas compilaciones, denominadas Cancionero de la Vaticana y Cancionero de la Biblioteca Nacional de Lisboa (antes de Colocci Brancuti), se editaron respectivamente en 1875 y 1880.
En aquellos cancioneros, además de cantigas de amor y cantigas de escarnio, aparecen magníficos cultivadores de las cantigas de amigo. Entre estos poetas, Martín Códax, presente en ambos cancioneros, es autor de un precioso poemario compuesto por siete mágicas canciones amorosas. A través de estos cancioneros, se pudo conocer los textos de estas siete cantigas de amigo.
Pero un día, en 1917, cayó en manos del librero madrileño Pedro Vindel, un códice del "De Officiis" de Cicerón que estaba encuadernado con un pergamino que contenía las siete cantigas de amigo del trovador Martín Códax, y además, seis de ellas tenían notación musical.
Hasta el día de hoy, este pergamino es el único testimonio directo conocido de la música de las cantigas galaico-portuguesas. Actualmente se conserva en la Biblioteca Morgan de Nueva York.
Nada sabemos de la vida del trovador Martin Códax. Parece que escribió estos poemas en el siglo XIII, y a falta de otros datos, podría sugerirse Vigo como patria del autor, puesto que esta ciudad (y únicamente ésta), en aquel tiempo una aldea marinera, es mencionada una veintena de veces en este poemario.
Sólo nos ha quedado de Martin Códax estas siete cantigas, escritas dentro de las coordenadas del código del paralelismo y del leixaprén. No sabemos si se adentró en otros géneros ni si escribió otras cantigas de amigo, pero lo cierto es que en las tres fuentes de que disponemos sólo aparecen las siete cantigas, y aparecen en el mismo orden. ¿Cabría considerar estos siete poemas como un corpus cerrado?. Si así fuera, tendríamos que acercarnos a las cantigas de Martín Códax como a una pequeña historia de amor, contada por una muchacha enamorada, que nos va sugiriendo en cada capitulo su dolor por la ausencia del hombre amado, su alegría por un próximo encuentro, su necesidad de confidencias a su madre y amigas, o el desasosiego por la tardanza de su amor. La enamorada comienza y cierra este pequeño relato interrogando a las olas del mar, y esta inquietante presencia del agua, fundamental en cuatro de las siete cantigas, parece estar cargada de una simbologfa amorosa a la que incluso hoy, después de tantos siglos, no podemos sustraernos.
En cuanto a las melodías, aparte de su condición importantísima de únicas supervivientes entre las cantigas profanas galaico-portuguesas de la Edad Media, hay que destacar su carácter marcadamente tradicional. Martin Códax fue un compositor culto, y sus canciones son de género culto, pero sin duda participaba del alma de su pueblo, y halló una fuente viva de inspiración en el sentir de las gentes de su tierra. Ese lirismo, ese sentimiento apretado y esa melancolía que impregna los cantos que nos legó, podemos encontrarlo todavía hoy en algunas melodías tradicionales gallegas.
Las cantigas de Martín Códax han encendido una luz en ese desconocido mundo de la música hispánica profana de la Edad Media, y cabe aventurarse a establecer a través de ellas una conexión entre las canciones de los trovadores y las que en España cantaban árabes y judíos.
Las seis cantigas con notación tienen una melodía muy sencilla, con un esquema muy simple; el primer verso inicia el tema melódico; se repite el tema con alguna variante dejando la cadencia en suspenso, y se pasa al estribillo que contiene fragmentos del primer verso, de modo que se crea una especie de concatenación de pequeños motivos, que pasan de un verso a otro de la estrofa, de la estrofa al estribillo, y vuelven al comienzo.
Las cantigas de Martín Códax están escritas en notación cuadrada, con ligaduras parecidas a las de las Cantigas de Santa María de los códices de El Escorial.
Hemos respetado en la interpretación el orden de los textos que aparece en las tres fuentes. En la cantiga número seis, la única sin notación, hemos hecho una "contrafacta" con la música de la cantiga 330 de Alfonso X "El Sabio".

ROSA OLAVIDE