Pneuma PN-650
2005
1. Crece mi amor por ti · Taqsím ‘ud Raml
l-Máya [2:14]
2. Corazón armonioso · Bugya Raml
l-Máya [1:25]
3. Sublime criatura · Twíshya Raml
l-Máya [1:32]
4. Señor de los Señores ·Dary.
Yá sayyida · Ibn al-Jatíb
[3:12]
5. Vengo a peregrinar · Taqsím ‘ud (solo
de laúd) [1:38]
6. Anhelo la fértil tierra · Inshád
Raml l-Máya · Ummu Hání
[3:23]
7. Provisión de amor · Dary. Mír
l-hubb hráy · al-Harráq
[3:14]
8. Ansioso por verte · Taqsím ‘ud (solo
de laúd) [2:04]
9. No fluirán las lágrimas · Dary.
Kayfa lá taskubu · Al-Yúsí [1:31]
10. Enviado de Dios, te amo · Dary.
Yá rasúla l-Iláhi inní muhibbun
· Al-Yúsí [1:54]
11. Mi nostalgia es inmensa · Dary.
Shawaqí‘ Azímun · Al-Yúsí [2:25]
12. Ardoroso amor · Taqsím ‘ud
Hiyáz al-Qabír (solo de laúd) [2:13]
13. Muchos reproches · Muwwal Hiyáz
al-Qabír · al-Harráq [4:34]
14. Soy el que amó · Bsít.
Aná má nawayt · al-Harráq [1:17]
15. La unión con su amado · Bsít.
Yá mn bgá wsál hbíbu
· al-Harráq [1:54]
16. Si no fuera por Él · Inshád
Muytat [3:50]
17. Me visitó mi amor · Bsít.
Zár hbíbí · al-Harráq [3:06]
18. Oíd estas verdades · Bsít.
Isma‘ú dí l-haqáiq · Al-Shustarí [2:39]
19. Preguntad al amor por mí · Salú
l-hubba ‘anní · al-Harráq
[3:23]
20. Alcancé mi deseo · Niltu má
nawayt · al-Harráq [5:04]
21. No tienen los otros existencia · Laysa
lilgayri. Inshád gríba al-muharrara · al-Harráq [1:21]
22. En la doctrina del amor somos dóciles · Nahnu
fí madhabi · al-Harráq
[1:36]
23. Esplendor de la totalidad · Yá
saná‘a l-kulli. Inshád · al-Harráq [1:38]
Ibn Báya
Hasan Ajyar, canto
Said Belcadi, canto y bendír
Abdesselam Amrani Boukhobza, canto y tar
Omar Metioui, ‘úd (laúd) y canto
Eduardo Paniagua, flautas medievales
Ahmed Al-Gazi, rabáb
Mohamed Agdour, derbúga
En la edición de Sony, según medieval.org, también figura Luis Delgado tocando el bendir,
aunque no como integrante de Ibn Báya
Depósito Legal: M-29128 - 2004
Portada: Composición sobre miniatura del Libro de los Juegos, Alfonso X el Sabbio, s. XIII
Bandeja: "Joven Mahoma", Irán, s. XIV
Diseño gráfico; Pneuma
Sonido y Masterización; HUGO WESTERDAHL, 2005, Axis-Madrid
Según medieval.org
grabado en el palacio "Mulay Hfid" de Tánger, diciembre de 1998
y editado previamente, en el año 2000
con el título de Cantos Sufíes de al-Andalus
y con una distribución diferente:
Sony "Música Andalusí" SK 89510
En las oraciones de las cofradías del Magreb que se han
mantenido vivas, ramificándose con el impulso humano de los
maestros espirituales de cada momento histórico, es como nos
llega hoy viva la tradición heredada de los ritos y ceremonias
de los sufíes de Al-Andalus.
Los cantos sufies integrados en la Samá‘
(concierto espiritual) son la segunda cara de la música
andalusí, al integrar los textos religiosos y místicos en
los modos musicales andalusíes. Algunos de estos modos musicales
no se han perdido gracias a que se han refugiado en el mundo interior
de los cantos de las cofradías, cuando el ambiente cortesano era
hostil a su presencia musical, o en momentos de peligro cultural
producidos por los colonizadores occidentales.
La cofradía recibe el nombre de tariqa (camino,
vía, método), siendo la zawiya (rincón,
esquina) el santuario o lugar para las reuniones, los rezos y los
cantos.
Entre los siglos XIII y XVIII el mundo musulmán vive un periodo
en el que Occidente se va adueñando de una gran parte de la
tierra conquistada por el Islam (Dár al-Islám),
pero es este periodo el del desarrollo organizativo del sufismo en toda
su variedad y complejidad, con una ramificación y
renovación continua de las cofradías.
La cofradía Shádiliyya fue fundada por el
célebre místico sevillano. Abú Madyan
(m.1197 en Tremecén) y ‘Ali Shádilí
(m.1256 en Egipto), estando hoy activa con ramificaciones en el Magreb,
Egipto y Turquía. Derivación de la Shádhiliyya
es la cofradía Jazúliyya, fundada en Marruecos
por Abu ‘Abd Alláh al Jazúli (m.1465),
activa hoy en día. Una de sus ramificaciones es la
cofradía Darqawiyya, fundada por Mulay
al-‘Arabí al-Darqáwi (1760-1823),
también hoy en activo, y que a su vez está ramificada,
siendo algunas de sus derivadones las cofradías Kttániyya
y Harráqiyya, cuyo fundador al-Harráq
(m.1845) es el autor de la mayoria de los poemas recogidos en esta
grabación. Estos se cantan hoy especialmente en las
cofradías de Tánger y Tetuán de Marruecos, a las
que pertenecen los cantores solistas que los interpretan.
Εl Dhikr (recuerdo) colectivo puede ser más o
menos rítmico, acompañado de movimientos de cabeza o del
cuerpo entero, o de la más estricta inmovilidad. Puede dar lugar
también a audiciones místicas (Samá‘)
de música y cantos, e incluso a una verdadera danza como el caso
de los derviches giróvagos, o de los fuqará' (pl. de faqír,
miembro de la taríqa) marroquíes que tomados de
la mano saltan y se inclinan al ritmo de la música y la
respiración sonora, que no es otra cosa que la síntesis
máxima del nombre de Alláh.
La música cultivada en las zawiyas de modo general tiene
tres modalidades:
• Madít (poemas panegíricos) normalmente en
el modo Raml al-Máya y con ritmo a nueve tiempos (que no
existe en el repertorio andalusí).
• Samá‘ (audición piadosa)
compilación de diversos poetas antiguos y recientes combinando
modos andalusíes y otros perdidos en esta tradición, sobre fondo
ritmíco Dary y Qáim wa nisf.
• Inshád (canto individual) que se intercala en las
sesiones de cánticos y que tiene formas cadenciales y adornos
melódicos específicos.
El ritmo tiene un lugar importante en las ceremonias. Relaciona el
canto con la danza, imprime fuerza y da carácter al repertorio.
La riqueza melódica y rítmica creada y guardada en las
cofradías es enorme, teniendo un lenguaje que se percibe en tres
niveles: el simbólico, el verbal y el musical.
Cuando la música comparte con la palabra la forma verbal, cuyo
órgano perceptor es también el oído, además
de transmitir información, al añadirle una melodía
y un ritmo por medio del arte musical, produce "resultados
agradables, deleitando los sentidos, incitando las almas, exhortando la
inteligencia y la hermosura, animando el carácter, alegrando el
entendimiento y recordando el mundo anhelado y ansiado"
(al-Tawhídí de Bagdad), el mundo espiritual superior como
lugar perfecto y de retorno. Pero la lectura de la poesía
sufí sin una introducción a su mundo espiritual, en el
mejor de los casos nos lleva a una interpretación subjetiva y
superficial, posiblemente ajena a la intención poética
original de sus autores. Como en toda poesía, y especialmente en
la religiosa, el autor busca su inspiración en circunstancias
históricas de la vida y en la sublimación espiritual de
momentos vividos.
Eduardo Paniagua
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