Núba al-Máya
/ Ibn Báya. Omar Metioui & Eduardo Paniagua
Los cinco mízán de la música andalusí-magrebí
INSTRUMENTOS
Reedición en neuma PN-630 Colección Al Andalus/Al Magreb: “¡Por
Dios!" el descanso que sienten los espíritus con la
melodía es un secreto oculto al ser humano"
Ibn Báya EDUARDO PANIAGUA & OMAR METIOUI
“¡Que tarde aquella!. No dejaba yo de esperar su llegada
porque anunciaba la unión al corazón encendido. El sol
bajo las nubes, semejaba oro bordado en una túnica azul”
La música Andalusí con las Núbas alcanzó su
plenitud en la época de los reinos Taifas, siglos XI y XII. El
músico Ibn Báya, con la creación en Zaragoza de
una escuela de música, legó una multitud de
melodías que se hicieron célebres. Tal vez sean de su
creación muchas de las melodías anónimas de las
Núbas, la mayoría de las que nos han llegado por la
tradición oral.
“Cuando el hombre toma el laúd e interpreta las
notas acompañándose de poesía, su espíritu
se siente inmerso en el mundo de la música hasta llegar a lo
más profundo de su ser y purificarlo”. Ibn Baya- Risalat al-alhan. (trad M.
Cortés).
El laúd ha sido la base sobre la que los teóricos
(filósofos) músicos árabes analizan la
relación entre la música y la armonía del
universo, comprendiendo la naturaleza, los cuatro elementos y los
rasgos o humores de la psicología humana.
“En gran parte de los medios predomina la teoría de
que la buena voz penetra en el cuerpo, tranquiliza el corazón y
estremece los miembros. Y que todas las cosas fatigan al cuerpo salvo
la música ... por ser descanso del alma, primavera del
corazón, distracción del afligido, entretenimiento del
solitario y viático del viajero”. (trad. M.
Cortés) Eduardo Paniagua
I. El arte de la
Núba Andalusí
II. Núba
al-Máya
“Cuando el sol palidezca y llegue el momento de ocultarse,
sé cantor de al-Máya, ¡oh hermano de la
alegría! (Trad. Valderrama)
b/ Los ritmos Omar Metioui
medieval.org |
spotify.com
Sony "Hispanica" SK 63007
Pneuma PN-630
1996
[71:57]
I. mízán bsít
1. bugya [2:19]
2. twíshya 1 [1:47]
3. san‘a, yá amlaHa
n-nás Oh, hermosura de la gente [3:05]
4. san‘a, yá ashiyya
dhakkarta-ní shawqí Oh tarde, me has recordado mi
deseo [2:10]
5. san‘a, ‘ashiyyatun
ka-annahá instr. [0:56]
6. san‘a, shamsu l'aSíl
El sol del atardecer [1:14]
II. mízán qá'im wa-nisf
7. twíshya 2 [1:58]
8. san‘a, Hín nalqá
l-malíh Cuando encontramos la hermosura [6:07]
9. san‘a, bi-dinám instr. [3:15]
10. san‘a, ‘aqlí
'abbáh Mi mente cautiva [1:40]
III. mízán btáyhi
11. 'inshád [2:24]
12. san‘a, qarúba
l-masá Se acerca la tarde [3:28]
13. taqsím flauta [2:10]
14. san‘a, 'unZhur ilá
l-bustán Contempla el jardín [2:46]
15. san‘a, idhá nadhkuru
Si recordamos [1:30]
16. san‘a, yá lahá
‘ashiyya instr. [1:00]
IV. mízán dary
17. twíshya 3 [1:23]
18. taqsím ‘ud [2:05]
19. san‘a, Tala‘at shamsu man
'uHibbu Amaneció el sol de quien amo [2:09]
V. mízán quddám
Primera Parte
20. twíshya 4 [1:23]
21. san‘a, qalbí
l-ka'íb Mi corazón de afligido [4:27]
22. san‘a, já'
al-Habíbu Vino el amante [2:31]
23. brwála, aSfart
l-‘ashí En amarillo tornó la tarde [4:22]
Segunda Parte
24- taqsím viola [1:39]
25. taqsím ‘úd ‘arbí[1:26]
26. muwwal Tab‘ S-Síka. já'
al-gaythu Vino el auxilio [5:09]
27. twíshya 5 [0:26]
28. san‘a, shamsu
l-‘ashí instr. [1:11]
29. san‘a, 'a‘Zam yá
‘ashiyya Oh tarde, muéstrate [0:59]
30. san‘a, saffifú l-qi'tan instr. [0:45]
31. san‘a, aná
kullí instr. [1:49]
32. san‘a, wa nádaytu
Y vi [2:20]
33. san‘a, alláhu
ya‘lamu Dios sabe [0:47]
Ibn Báya
Omar Metioui, Eduardo Paniagua
Omar Metioui | Tánger — ‘úd (laúd
árabe), laúd ‘arbí, viola 2, tar 2, canto
Ahmed Al-Gazi | Tetuán — rabab, viola 1
Mohamed El Arabi Serghini | Tánger — canto solista, darbuga
1
Abdesselam Amrani Boukhobza | Tánger — tar 1, canto
Gloria Lergo | Sevilla — canto solista
Luis Delgado | Madrid — laúd andalusí,
cítolas, darbuga, panderos, címbalos
Eduardo Paniagua | Madrid — flautas medievales
Laúd oriental (‘Úd): Casablanca,
Jalid Belhaiba, afinación DO-SOL-RE-LA-MI-DO
Laúd andalusí: Reproducción de
laúd arábigo-andalusí medieval de la arqueta de
marfil Leire (Navarra) de Faray, hijo de Almanzor, año 1004,
realizada por Carlos Paniagua en 1995, afinación SOL-RE-LA-MI-SI
con cuerdas y trastes de tripa.
Laúd ‘arbí: Laúd de cuatro cuerdas
dobles (tradición de Túnez), afinación DO-SOL-RE-RE
Cítolas: Cordófonos de tres cuerdas dobles
con tapas planas, de la iconografía cristiana, realizadas por
Carlos Paniagua: cítola y por Jesús Reoliz:
citolón.
Rabab: Instrumento monóxilo de dos cuerdas
afinadas en quintas, de arco flotado, construido por Al-Gazi,
tradición familiar andalusí.
Viola: Francesco Ruggieri, Cremona 1671, legado de
Temsamani. Afinación Ml-LA-RE-SOL, cuerdas primera y segunda de
tripa e interpretación sobre la pierna izquierda.
Flauta a bisel en DO: Madera sobre modelo del Renacimiento
Flauta a bisel en DO (Fhal) : Metal sobre modelo
árabe medieval
Tar andalusí: Pandereta de cinco sonajas
Darbuga: Tambor en forma de cáliz con parche de
piel de cordero o de pescado
Panderos: Duff, membranófonos redondos tradicionales de
Marruecos y Persia
Címbalos: Platillos metálicos de dedos
(sunúy)
En la presente grabación se utiliza afinación no
temperada de los instrumentos, con MI, el SI y el FA sostenido
más bajos y el MI bemol más alto, respecto a la escala
actual occidental. En la música andalusí no se utilizan
intervalos de 3/4 de tono.
Sonido: TYREL. Luis Carlos Esteban y Javier Coble
Producción: Eduardo Paniagua y Omar Metioui, octubre de 1996
Diseño de portada: TRIO (Sony)
Diseño gráfico: Luis Vincent (Pneuma)
Foto de portada: Miniatura de Libro de Juegos, Cantigas / Alfonso X
© & ℗ 1997 Sony Music Entertainment (Spain), S. A.
Abú Muhammad al-Sabbág (trad. M. Cortés)
El nombre de Ibn Báya corresponde al músico y
filósofo Avempace (Zaragoza 1070 - Fez 1138) que, como el grupo
que quiere llevar su nombre, vivió tanto en Al-Andalus como en
el Marruecos del siglo XI y XII.
La herencia musical de Al-Andalus, la España hispano-musulmana
durante más de siete siglos, quedó dividida cuando se
ultimó la expulsión de los hispano-árabes de la
península Ibérica. En la España cristiana esta
herencia quedó diluida en las músicas populares, el
lenguaje y en la temática oriental de los romances y otras
formas de la música culta. En el norte de África se
recogió y mantuvo en la tradición oral culta en lo que se
denomina hoy música Andalusí-Magrebí.
Al-Máya es la Núba elegida por Ibn Báya
después de la Núba Al-lstihlal, primer CD del grupo en la
serie HISPANICA. En esta grabación se ha enriquecido el
número de músicos y de instrumentos históricos y
tradicionales que arropan a esta poesía creada durante el
período más luminoso del medievo español.
Por el encuentro entre sus músicos, y por la
interpretación de la música andalusí, parte de
ella conservada históricamente gracias a la judería del
Magreb, el grupo Ibn Báya hace real y actual la
reconstrucción del encuentro de la España de las Tres
Culturas: musulmanes, judíos y cristianos, que han conformado la
Civilización Mediterránea.
Dedicamos este trabajo al gran maestro Mohamed Ben ‘Arbí
Temsamani de Tánger.
Música Andalusí - Núba al-Máya
San‘'a 35,
ritmo btáyhí, Núba al-Máya (trad.
Valderrama)
Esta Edad de oro de las artes en Al-Andalus tuvo su final con la
caída de Córdoba (1231) a manos del rey Fernando III de
Castilla y León, iniciando la dispersión de las
Núbas por todo el Norte de África. Tras un nuevo
florecimiento en la corte nazarí de Granada, 1492 marca la
parada de la creación musical en Al-Andalus, dando lugar a las
diferentes escuelas de música andalusí en el Magreb. La
tradición nos habla de 24 Núbas, una para cada hora del
día.
La Núba al-Maya se compuso para ser interpretada desde el medio
día hasta la puesta de sol. En la recopilación más
completa y antigua que nos ha llegado, el cancionero de al-Haik (hacia
el año 1800), encontramos sesenta y tres canciones de autores
desconocidos. Los compositores de esta Núba se esforzaron en
relacionar armónicamente las poesías con las
melodías, creando un mosaico de obras que reflejan el
espíritu de la Núba al-Maya. Este es el espíritu
de la nostalgia que se respira al atardecer, descubriendo las bellezas
del color y del perfume de los jardines bañados por una dorada y
suave luz en el encuentro de los amantes.
Hoy en día esta temática se mezcla con la nostalgia del
esplendor del perdido Al-Andalus para el mundo islámico. Tierra
fértil en cultura, riqueza y tolerancia. Tanto es así que
se habla del "mal de al-Máya" como anuncio de la
separación y dispersión de los amigos.
Tomado del interesante y reciente libro de Manuela Cortés
"Pasado y presente de la Música Andalusí", se puede
resumir el siguiente esquema, realizado sobre las cuatro cuerdas del
laúd andalusí.
1ª cuerda - zír: amarillo, fuego, bilis, sollozo,
sequedad, queja del enamorado
2ª cuerda - matná: rojo, aire, dulzura, sangre, risa,
juego, calor
3ª cuerda - matlát: blanco, agua, flema, tristeza, humedad,
llanto
4ª cuerda - hamm: negro, tierra, melancolía, profundidad,
atrabilis, frío, fatiga, paz y dolor del abandono del enamorado
A propósito del efecto terapéutico de la música
dice al-Haik en su cancionero:
La Núba representa un arte musical muy elaborado que
nació en el siglo octavo en la corte Abasida de Bagdad y tuvo su
apogeo en la corte de los Omeyas, en Córdoba. El significado de
esta palabra ha sido objeto de varias interpretaciones. Al principio se
refería al turno que todos los artistas debían efectuar
ante el Califa. Posteriormente, designaba la sesión musical
misma y finalmente, pasó a significar el repertorio musical en
sí.
Gracias al ilustre Ziryáb, este arte llega hacia el año
825 a la corte del Califa Omeya, Abderramán II, en
Córdoba. Este acontecimiento decisivo en la historia
artística de al-Andalus permitió el auge de un
área musical innovadora que traspasó las fronteras de
España para extender su influencia al resto del continente
europeo. Por todas partes surgieron conservatorios, fabricantes de
instrumentos y mecenas pertenecientes a los rangos más elevados
de la sociedad. Este auge conoció un desarrollo sin precedentes
con la llegada de los Mulúk al-Tawa'if, 1031 (Reinos de
Taifas). Cada uno de los pequeños reinos trató de
rodearse de un mayor número de artistas, los cuales
constituían un motivo de orgullo para los monarcas y los altos
dignatarios. Este fenómeno permitió también la
divulgación de la música entre los distintos estamentos
sociales. Las esclavas especializadas en música (qayna)
adquirieron un auge extravagante y se vendían a precios
desorbitados. El historiador Ibn Bassám (m. 1147) cita a
Ibn al-Kattání, un personaje dedicado a educar a
los esclavos. Además de música y poesía,
éste les enseñaba a escribir y también
gramática y literatura. El pueblo de Al-Andalus era
célebre por su amor ilimitado a la música, la
poesía y las bellas artes, hasta el punto que era imposible
escapar al sonido de los instrumentos musicales en todas las
callejuelas de las ciudades de al-Andalus.
Gracias a este sistema de educación musical, Al-Andalus
aportó a la historia de la humanidad grandes nombres de
músicos, musicólogos y ejecutantes, como por ejemplo el
ilustre Ibn Báya (Avempace, 1070-1138), Ibn Rushd (Averroes),
Ibn al-Hásib al-Mursí, Ibn al-Himára
al-Garnátí, Ibn Júdí, etc. Y también
una pléyade de poetas, como al-A´má
al-Tutílí (1082-1126), Ibn Baqqí (m. 1145), Ibn
Quzmán (m. 1160), Ibn Zuhr (1110-1198), Ibn Sahl (1212-1251),
al- Shustarí (1212-1269), Ibn al-Jatíb (m. 1374), etc.
En el campo de la literatura, dos formas poéticas vieron la luz
gracias a Muqaddam Ibn Mu´áfa al-Qabrí (moaxajas,
finales del siglo IX) e Ibn Quzmán (zéjel). Estas formas
poéticas, que no obedecen a las reglas de la métrica
clásica establecidas por al-Jalíl Ibn Ahmad (m. 791),
responden a una necesidad de liberarse de las formas clásicas
árabes. Esta evolución fue dictada, entre otros factores,
por la nueva rítmica y prosodia musicales y por la necesidad de
crear un lenguaje capaz de responder al carácter y a las nuevas
aspiraciones del pueblo andalusí.
La Núba al-Máya aparece en tercer lugar en Kunnásh
al-Haik, una compilación de poesía de las once
Núbas marroquíes (año 1800). Las once Núbas
constituyen el patrimonio musical Andalusí-Magrebí,
conocido con el nombre de al-Ála en Marruecos. Al-Ála
significa instrumento y es el contrapunto de
as-Sámá‘, término que designa la
música vocal de las Záwyas o cofradías religiosas.
En Marruecos conocemos dos repertorios de música clásica
o culta:
1/as-Samá‘
Literalmente significa audición, y en efecto, es la
audición de una ceremonia de música espiritual o
mística. Normalmente, este repertorio está basado
únicamente en la voz y en la mayoría de las
cofradías de Marruecos no se utiliza instrumento musical alguno.
Para conocer más detalles sobre este genero musical, pueden
consultar nuestro disco: Ritual Sufí-Andalusí, Poemas del
místico de Granada al-Shushtarí, siglo XIII, (Sony
Classical).
2/Al-Ála
Actualmente, al-Ála está considerado como el repertorio
profano de la música clásica de Marruecos y se canta
tanto en las fiestas en las que se reúnen las familias (bodas,
nacimientos, circuncisiones, etc.), como en las grandes
representaciones nacionales e internacionales. Esta es una de
las principales características de esta música, apreciada
tanto por el público refinado y acostumbrado a la música
seria y culta como por el gran público.
Constituye el repertorio clásico de las "cincuenta y cinco" (11
Núbas x 5 Mízán = 55). La palabra
Mízán tiene un doble significado. Por un lado designa uno
de los cinco ritmos de la Núba: Bsít, Qa'im Wa-Nisf,
Btáyhí, Dary y Quddám; y, por otro lado, designa
una serie de San‘as (canciones) basadas en un ritmo, que pasa por
varios movimientos durante la ejecución de las mismas. Esta
particularidad se debe a que cada uno de los Mízan pasa por tres
partes esenciales. La fase larga (Mwssa'/Largo-Larghetto), la fase
intermedia, (Mhzúz/Andante), y la fase rápida,
(Insiráf/Moderato-Allegro).
En el transcurso de la interpretación completa de un
Mízan, que dura de una a tres horas, el ritmo va
acelerándose progresivamente hasta culminar en la última
san‘a (Qafla). Como hemos dicho anteriormente, el público
entendido logra seguir esta ascensión rítmica lenta y
progresiva que lleva al oyente hasta la última fase en la que es
posible aproximarse a la fase extática de un Samá‘
(audición mística). Los no iniciados y el público
no entendido solicitan solamente la última fase del Mízan
(lnsiráf), porque es ligera y puede servir como tema de danza y
exhibicionismo. Debido a las corrientes de influencia extranjeras
(Egipto, Occidente) que atraviesan el Magreb, incluso los aficionados a
esta parcela de la Núba son cada vez menos. Este patrimonio
musical que existe desde hace más de mil años corre
peligro de desaparecer o de quedar absorbido por otros géneros
musicales, incluso en el seno mismo del país que los ha
conservado y desarrollado.
Pero tratemos de consolarnos pensando que si ha sido capaz de resistir
a las vicisitudes de la historia durante largos siglos, es porque lleva
interiormente una fuerza intrínseca que le garantiza la
supervivencia y lo hace inmortal. Podría atribuirse este
fenómeno al proceso mismo engendrado por la tradición
oral, que siempre ha dejado un margen de libertad de expresión y
de interpretación a las nuevas generaciones. Todo lo contrario
que la partitura escrita, que inhibe las facultades del artista y le
priva de toda libertad de expresión. Está demostrado que,
según sea la política cultural del país, este
patrimonio conocerá momentos de gloria y de florecimiento y, a
la inversa, también pasara por períodos de declive y
regresión.
La Núba al-Máya constituye una de las cuatro
raíces del árbol de los modos. Sus derivados son: Rasd,
Raml l-Máya, l-Hsín, Inqiláb r-Ramal y Síka.
Su elemento es el aire y su estación del año es la
primavera. Según al-Haik, el sonido principal de su modo es el mathlat
o tercera cuerda del ‘úd, que se llama al-Máya.
Actualmente se utiliza como tónica de este modo la nota Do. El
modo Máya se distingue de otros modos de Do por la
aparición frecuente de la nota sensible Si,
característica del modo Síka. Es un tab‘
(modo) que suscita el humor de la sangre, aumentando su fuerza y sus
influencias, y por el contrario, se opone al humor de la atrabilis, lo
atenúa y lo dulcifica. Incita al sueño al que lo escucha.
Los músicos llaman a este tab‘ el mar.
Según este mismo autor, este tab‘ fue inventado por Umayya
Ibn al-Muntaqid o por una mujer que se llamaba Máya. Es evidente
que aún no se ha podido probar la autenticidad de la
información que nos proporciona el precioso manuscrito de
al-Haik y nosotros lo citamos solamente por su valor histórico.
Varias san‘as de esta Núba pertenecen al modo Síka.
El modo Síka está entre los modos que han perdido
su Núba. Las san‘as que quedan de este modo,
conocidas con el nombre de huérfanas (yatámá),
están desperdigadas entre otras Núbas como Núba Gríbt
l-Hsín. Tab‘ Síka es un modo de Mi muy
apreciado en el Flamenco (soleá). El muwwal que se
interpreta en Núba al-Máya está basado
precisamente en los sonidos de este tab‘.
a/ La poesía
La temática de esta Núba es una descripción muy
detallada del período del día que transcurre desde el
mediodía (‘Asr) hasta la puesta del sol (Magreb).
Podría sorprendernos la precisión con la que se describen
los fenómenos naturales de la puesta del sol, los diversos
colores y perfumes de los jardines. Y las citas con la amada en el
crepúsculo, la nostalgia debida a la lejanía y a la
separación y la eterna vigilancia del censor (al-‘adhúl),
etc.
Apresúrate a sorber los vasos, y alegra tus ojos en el dorado
ropaje de la tarde”
No podemos dejar de insistir en la gran importancia del papel
desempeñado por el ritmo en la música
andalusí-magrebí. Por desgracia, la transcripción
al solfeo no refleja la dimensión del ritmo en la
ejecución de esta música. Por supuesto, esta misma
laguna es el origen de una cierta marginación del ritmo por la
música clásica europea, en beneficio de la tiranía
de la medida.