La vihuela de arco en la Corona de
Aragón de los siglos XIV-XVI
La vihuela de arco, probablemente el instrumento musical más
representativo de la Corona de Aragón y de hecho, el antecesor de casi
todos los cordófonos europeos, fue el artífice de la ejecución musical
que estuvo presente en la mayoría de las manifestaciones artísticas de
la época más ilustre de la historia de España, el Siglo de Oro, y
acompañó con su música a insignes personajes como el Arcipreste de Hita
y Miguel de Cervantes. Según todas las fuentes, (Ian Woodfield y
otros...) tuvo sus orígenes y su máximo apogeo durante la Corona de
Aragón.
Ya a finales del siglo XIII, Johannes de Grogeo y Jerónimo de
Moravia describen estas vihuelas de arco ambivalentes con las que se
podían tocar acordes o melodías acompañadas de acordes, se acompañaban
canciones narrativas o estróficas y se tañía repertorio polifónico
perteneciente a las altas clases sociales, en ambientes, celebraciones
o banquetes cortesanos, siendo equivalentes al laúd del siglo XVI por
su flexibilidad y adaptabilidad.
La descripción más antigua del instrumento pertenece a Johannes Tinctoris (1445-1511): en su tratado De inventione et usu musicae, 1481-83
dice que el fondo es plano y los bordes curvados (a diferencia del
laúd), su invención es claramente atribuida a los españoles... se
dividen en dos categorías; de mano, y de arco, aunque la iconografía
del siglo XV muestra los dos modelos prácticamente idénticos, donde se
califican de mano o de arco en función de la manera en que son tocadas
y no según sus características físicas.
Ascendencia en la Corona Aragonesa
Muchos de los violeros y tañedores de vihuela del antiguo reino
de Aragón (donde cohabitaban árabes, judíos y cristianos), eran moros y
judíos, de forma que al producirse su expulsión de la Península Ibérica
en 1492, muchos se refugiaron en Italia. La estrecha relación del reino
con Italia en tiempos de Alfonso el Magnánimo (1394-1458),
intensificada por la anexión del reino de Nápoles en 1506, favoreció la
rápida difusión del instrumento por toda Italia. Además en el año 1492,
un valenciano fue nombrado Papa, Rodrigo Borja (Alejandro VI) y trajo
consigo a Roma toda la capilla de la corte, la cual incluía músicos de
vihuela de arco.
En la península, sin embargo, nació una armonía multicultural
de gran influencia oriental, que en el aspecto musical se aprecia en
los cancioneros, donde resuenan atisbos del canto clásico persa,
introducido por el músico Zyriab en su exilio a la península en el
siglo XI, mezclados con la polifonía de vihuela acompañando la voz.
El humanista Vittorino da Feltre (1378–1448), que abrió en
Mantua una escuela para la educación de los hijos de los nobles,
incluía entre las enseñanzas obligadas la práctica musical consistente
en el canto solista acompañado de la lira da braccio
(vihuela de arco en España). Este dato, que muestra la continuidad de
la práctica descrita por Jerónimo de Moravia un siglo antes, de este
género de canto improvisado sobre los acordes de la lira, vihuela de
arco o fidula medieval, deviene una constante en el ideal musical del
humanismo renacentista al reaparecer a finales del siglo XVI en los
manifiestos de la camerata fiorentina y en la obra de Vincenzo Galilei Dialogo della musica antica e della moderna (1581).
Repertorio
De forma general, el repertorio impreso de la vihuela está dominado por la música vocal, utilizando formas enteramente compuestas fundadas sobre el discurso retórico, expresado a través de la polifonía imitativa. La música de danza, las series de variaciones y las piezas breves diversas forman menos del cinco por ciento del repertorio.
Los ayres cantados con acompañamiento de vihuela engloban estilos diversos, yendo del canto improvisado que Milán describe en El Cortesano, parecido a la improvisación al laúd en Italia como acompañamiento de poemas latinos y vernáculos, hasta los romances, utilizando los esquemas armónicos comunes que son transmitidos en el Cancionero de Palacio y cantados por los músicos y oracioneros acompañados de vihuela.
La música solista está comprendida por el género de improvisación
libre, que llega a su apogeo con las fantasías de Milán, piezas
fundadas en melodías de cantus firmus, y de danzas y arreglos de ayres españoles.
Criterios de interpretación
La presente grabación está basada en una rigurosa interpretación históricamente documentada en todos sus aspectos:
1. Técnica vocal, ornamentación y glosas según documentación de
tratados medievales y renacentistas (J. de Moravia, J. Grogeo, F. de
Colonia, D.Ortiz...)
2. Materiales/replicas históricas: Vihuela de arco modelo de
1550, copia de un fresco de la Catedral de Cuenca (laudero: Javier
Martinez). Arco modelo S. XVI (Boi Pages), cerdas
negras. Cuerdas de tripa de carnero y teñidos los bordones de óxido de
hierro según técnicas anteriores al S.XVI. (artesano: J. Xandrich).
3. Interpretación del repertorio: Intabulación a la vihuela de
piezas polifónicas a 3 o 4 voces según la práctica descrita por
Sylvestro Ganassi (1543) como Cantar alla viola.
Fernando Marín i Nadine Balbeisi