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Fonoruz CDF 325
1996
Carmina Burana
1. Bacche bene venies [3:28]
CB 200
2. In taberna quando sumus [4:58]
CB 196
Cantigas de Santa María
3. De Santa Maria sinal [3:00]
CSM 123
4. A Santa Maria dadas [3:41]
CSM 140
5. Ben sab'a que pode val [5:10]
CSM 179
Danzas
6. La quinta estampida real [1:49] s. XIII
7. Ductia [4:29] s. XIII
8. Lamento di Tristano y Rotta [7:28] s. XIV
Cantigas de Santa María
9. Poi-las figuras [3:38]
CSM 136
Carmina Burana
10. Bulla fulminante [3:54]
CB 131a
11. Tempus est iocundum [3:56]
CB 179
Toda época histórica se encuentra sumergida en un cúmulo de sucesos y
acontecimientos que forman la imagen de su propia historia. Sin embargo,
es frecuente cuando nos asomamos a la ventana de cualquier periodo,
querer ver en él aquellos aspectos que más nos llaman la atención por
algún motivo, dejando a un lado aquellos otros que, bien por
desconocimiento, bien por desinterés, no colman nuestra curiosidad.
De
la taberna a la Corte, es un viaje a través del Medievo: de sus
bulliciosas tabernas a la Corte del Rey Alfonso; del recogimiento de los
monasterios a las fétidas y heladas calles. Sin pasar por alto las
cálidas y aromáticas cocinas... Todo ello sin estar expuestos a los
riesgos de contraer la peste negra o sufrir un proceso inquisitorial por
herejía
ARTEFACTUM
Arte Factvm
(Artefactum)
Vicente Gavira — canto, flautas de pico
Ignacio Gil — flautas de pico, ajabeba, chirimía
José Luis Pastor — laúd medieval
José Manuel Vaquero — laúd árabe, zanfoña
Álvaro Garrido — percusión
GRABACIÓN
Estudios Alta Frecuencia de Sevilla —
verano de 1996 2006,
ingeniero de sonido: José Torrano
edición digital: Santiago Recio
diseño gráfico: A.G.M.
fotografía interior: Francisco Molina
edita Fonoruz para La Zanfoña móvil
producción: La Zanfoña móvil
depósito legal: CO-494-1997
INSTRUMENTARIUM
flautas de pico, Moeck y Yamaha
laúd medieval Joaquin Rodríguez/Carlos González. Aracena. 1994
zanfoña, Jesús Reolid. Madrid. 1996
laúd árabe Estambul. 1995
percusiones magrebíes, Fez y Marraquech. 1988-91
FUENTES
Cantigas de Santa María: Higinio Anglés/Jesús Montoya (Cátedra)
Carmina Burana: Munich. Staatsbibl., MS. lat. 4660, 4660a
Danzas: Aubry, 1906. Bibl. París M.S. fr. 844, f. 104v / British Museum. Add 29987, fol. 63r-63v
Traducciones al castellano. Mercedes Vaquero, Laureano Gomez, Elena Gil y Vicente Gavira
Recreaciones y adaptación musical: ARTE FACTVM
"In taberna" gozamos del buen vino con nuestros amigos:
Carlos, Belén, Elena, Manuel, Pepe, Santi y Pali. Gracias
AGRADECIMIENTOS (muy especiales):
Benito Mahedero, Pepe Torrano, Ingeborg Speer y Joaquin Rodero
La
interpretación de la música medieval constituye un difícil reto para
cualquier músico de hoy. El panorama musical se ha visto enriquecido en
la segunda mitad de nuestro siglo por la revitalización de la música
preclásica desde el punto de vista del rigor historicista, frente al
predominio del repertorio y los modos interpretativos románticos. En lo
que se refiere al Renacimiento y al Barroco, la moderna Musicología ha
puesto en manos de los músicos una gran cantidad de fuentes orientativas
sobre la práctica, fuentes que son una guía imprescindible en el
terreno de la instrumentación, el fraseo, el tempo...
Pero la Edad Media sigue presentando muchos aspectos oscuros e
indeterminados. La separación que ya Boecio instauró
entre música speculativa y musica practica, entre musicus y cantor, dentro del sistema medieval de clasificación de las artes liberales y vulgares,
supone una desvinculación entre teoría y práctica que se reflejará en
los tratados, hasta que las exigencias de la polifonía y la recuperación
del aristotelismo desde finales del siglo XII propician su acercamiento
e interdependencia.
Es por ello que en la interpretación debemos
adoptar una posición abierta y que sea difícil sostener puntos de vista
dogmáticos, más allá de lo que dicta el mero sentido común. La
indefinición es muy grande en cuestiones de instrumentación - a veces
sin más base que la iconografía -, rítmica, separación o relación entre
monodía y polifonía, etc. Deben quedar atrás enzarzadas polémicas
estériles mantenidas desde enconamientos que no tienen más base que la
apreciación subjetiva o la deducción simplemente racionalista.
ARTE
FACTVM nos presenta en esta grabación una lectura imaginativa y viva de
obras instrumentales y vocales en torno al siglo XIII, entendidas
dentro el contexto en que se interpretaban y eran escuchadas, contexto
que nada tiene que ver con una sala de conciertos y que el grupo recrea
de manera muy atractiva en sus actuaciones.
LOS CARMINA BURANA,
colección que procede aproximadamente de 1230, son la muestra más
representativa de la canción profana medieval en latín. Este género
constituye un marco especialmente interesante dentro de la música de la
Edad Media, puesto que supondría, como indica Caldwell - Medieval Music,
c. 3, p. Hutchinson & Co., Londres, 1978 -, la muestra más antigua
del arte musical occidental, sin la mezcla de elementos orientales de la
música litúrgica, además de constituir un puente entre la música
popular y la religiosa. El problema es que la mayor parte de esta música
no puede ser transcrita, porque nos ha sido transmitida a través de
notaciones neumáticas "in campo aperto". Incluso los Carmina Burana se
encuentran en este tipo de notación - Munich, Staatsbibl., MS Lat. 4660,
4660a -, por lo que sólo podemos acceder a aquellas piezas que pueden
ser reconstruidas a través de contrafacta - versiones
alternativas con texto religioso - o reminiscencias en adaptaciones
polifónicas, que aunque utilizan notaciones que indican altura de los
sonidos, por lo general no son mensurables, lo que deja un considerable
campo de indeterminación para la interpretación rítmica.
LAS
CANTIGAS DE SANTA MARIA, recopiladas por el Rey Alfonso X, escritas en
dialecto galaico, son la muestra más importante de la monodia española
del siglo XIII. Sabemos que en ese siglo se desarrolló en España un
amplio repertorio profano surgido del conocimiento y admiración de los trobadors y trouvères, pero en la mayoría de los casos sólo se han conservado los textos. La forma más habitual es la del villancico, similar a la del virelai francés y la ballata
italiana: abbaa abbaa, etc., con un estribillo que se repite al
comienzo, al final y separando las estrofas. La transcripción aquí
utilizada es la de Higinio Anglés.
LA ESTAMPIE es el tipo
principal de danza de los siglos XIII y XIV y fue tratada tanto monódica
como polifónicamente. La forma está relacionada con la sequentia y el lai vocal, con entre cuatro y siete secciones - puncti - que se repiten, a veces con finales diferentes ouvert - abierto - o clos
- cerrado - para las repeticiones. La Quinta estampida real, pertenece a
una colección de danzas conservadas en un manuscrito en la Biblioteca
Nacional de París - MS fr. 844, f. 104v - y transcrita por Aubry en
1906, tiene los mismos finales alternativos ouvert y clos
para cada sección, lo que crea un efecto rondó. LA DUCTIA
suele ser una versión abreviada, con sólo tres o cuatro puncti. EL LAMENTO DI TRISTANO Y LA ROTTA que le sigue tienen también la forma de estampie
y pertenecen a una colección de danzas monódicas italianas conservadas
en el Museo Británico en un manuscrito del siglo XIV - British Museum
Add 29987, fol. 63r-63v-.
Benito Mahedero
Catedrático de Estética Musical. Conservatorio Superior de Música de Sevilla