Musaris Mars 02-11318/10
2010
1. Regi perennis [4:17]
cc 101
organum — M. Gauterius de Castello Rainardi
2. Annua gaudia [3:46]
cc 99
conductus — M. Airardus de Vézelay
3. Vox nostra resonet [3:03]
cc 102
organum — M. Iohannis legalis
4. Gratulantes [2:03]
cc 97
conductus — M. Goslenus, ob. de Soissons
5. Rex inmense [4:26]
cc 108
kyrie tropado — Fulberto de Chartres
6. Congaudeant catholici [3:56]
cc 96
conductus — M. Alberto de París
7. Dum Paterfamilias [6:04]
cc 117
himno
8. Nostra phalanx [4:03]
cc 95
conductus — Ato, ob. de Troyes
9. Ad superni regis [4:15]
cc 98
conductus - tropo de B.D. — M. Albericus, arz. de Bourges
10. Alleluia-Vocavit [5:03]
cc 110
alleluia - organum — M. Goslenus, ob. de Soissons
11. Exultet celi curia [4:54]
cc 79
benedicamus tropado — M. Anselmo I
12. Benedicamus Domino [1:24]
cc 114
organum — M. Droardus de Troyes
ARS COMBINATORIA
Canco López
Altus:
Carlos R. de Arcaute
Jose M. Abeleira
Tenores:
Javier G. Jácome · SOLISTA
José A. Martínez
José Miguel Llata
J. Miguel Morales
Bassus:
David de la Calle · SOLISTA
Manuel Jiménez
Nacho Suárez
Organistrum:
Alfonso Casanova
Nacho Suárez
Diapasón: La 415 Hz Temperamento: Mesotónico
Organistrum construido por Francisco Luengo y César Arias a partir del Pórtico de la Gloria
Ars Combinatoria
Textos: José Ignacio Suárez García
Traducciones: Javier G. Jácome, Ana Rodríguez de La Robla
Maquetación: P. Felipe López
Diseño Gráfico: Galicia 1932
Manufactura: arvato digital services
Imagen de la portada: Contraluz de la escultura de Virgilio
perteneciente al Pórtico de la Gloria
Fotografías: Santy López (Olladas do camiño)
Grabación realizada durante los días 14, 18 y 19 de marzo de 2008
en la Iglesia de San Pedro Félix de Hospital do Incio (Lugo)
Técnico de sonido: Pablo Barreiro pablo.barreiro crtvg.es
Edición: Servizo de arquivo sonoro da Radio Galega
Información técnica:
Micrófonos: Neumann U87, U89,TLM 170, M 149 DPA 4006
Schoeps CMC5-MK 5, MK 8
Previos de Micrófono: DBX 586, 786, Focusrite ISA 430
Sistema de grabación: 360 Systems TCR 8
Edición: Sadie 4
Mesa de Mezclas: Solid State Logic 4000G Series Musaris S.L.
Producido por: Musaris S.L.
©: & Ⓟ 2010 Musaris S.L. Sarria Lugo (España)
La polifonía del Codex Calixtinus
En 1929 J. Bédier bautiza con el nombre de Libro de Santiago
a una compilación que contiene cantos, oficios, sermones y otros
textos sobre el apóstol y la peregrinación a su sepulcro.1 El ejemplar conservado en el archivo de la catedral de Santiago recibe el nombre de Códice Calixtino
por estar atribuido apócrifamente al papa Calixto II (†1124), una falsa
autoría que es, por una parte, una forma de dar prestigio al códice y,
al mismo tiempo, un elegante cumplido a un papa que reconoce la
importancia de Compostela al elevar la ciudad a rango de sede arzobispal
en 1120.2 Siendo sumamente improbable la intervención del
papa, la idea de compilar estos escritos se encuadra en las diversas
iniciativas que el arzobispo Diego Gelmírez († ca.1139) pone en práctica
para el engrandecimiento de su iglesia y para dar a conocer las
excelencias del apóstol Santiago, de su culto y de la ciudad que alberga
sus restos.3
El Codex Calixtinus, que
predispone espiritual, ideológica y materialmente para el Camino, está
organizado en cinco libros, de los cuales dos, el primero y el último,
contienen música. En el primero aparece un gran número de composiciones
monódicas y dos polifónicas, concretamente dos conductus, es
decir, poesías latinas rimadas, a veces de carácter procesional. El
quinto libro, una guía de viaje para los peregrinos procedentes de
Francia, presenta un apéndice (fol. 185r—fol. 193r) que contiene el
bloque principal de composiciones polifónicas del códice, 19 de las 21
recogidas en total. A pesar de ser un apéndice, éste es realizado por
uno de los copistas y en el mismo tipo de pergamino que el resto del
códice e, indudablemente, las obras allí recogidas, son
compiladas para formar parte de él.4
Diversos autores han hecho una aproximación a una posible clasificación
del repertorio polifónico del Calixtino, pero, dejando de lado
diferencias notables entre unos y otros, lo que es indudable es que la
polifonía de Santiago presenta una particularidad que la aleja de la
producida en San Marcial de Limoges el otro gran exponente de la
composición polifónica a mediados del siglo XII al tiempo que la
emparenta con la producida en la Escuela de Nôtre-Dame: la presencia de
cantos responsoriales de la misa y del oficio (10 son cantos de este
tipo). Sin embargo, desde el punto de vista compositivo, tanto en
Santiago como en San Marcial se observan dos estilos característicos que
tendrán su continuidad en la polifonía de Nôtre-Dame:
1. El organum de nota sostenida también llamado organum melismático o florido se caracteriza por la abundancia de notas largas mantenidas en la voz grave (vox principalis o tenor) mientras la voz aguda (vox organalis)
realiza melismas de extensión variable. Es un estilo compositivo que
tiende a la libertad con abundancia de disonancias y de influencia
orientalizante.
2. El discantus evolucionado, en el que
encontramos relaciones de neuma contra neuma entre las dos voces,
pretende alcanzar una mayor racionalización de la melodía, de la forma y
de la estructura, mediante el empleo sencillo de procedimientos
contrapuntísticos como el intercambio de voces, la imitación (pequeños
cánones) y el movimiento contrario o en espejo, el más característico de
este repertorio. La simultaneidad de neumas con diferente número de
notas hará que, en última instancia, la Escuela de Nôtre-Dame introduzca
la mensuración en las denominadas cláusulas, que son secciones medidas.5
Son muchas las preguntas que aún quedan por resolver respecto al
manuscrito, referentes a la datación del códice, la autoría de las obras
musicales, el número de intérpretes, la posible utilización de
instrumentos en su interpretación y el ritmo.
La polifonía del
Calixtino está datada en el segundo tercio del siglo XII, sugiriéndose
como fechas límites de su compilación 1039, fecha de un milagro narrado
en el códice, y 1172, fecha en que Arnaldo de Monte, monje del
monasterio de Ripoll, peregrina a Santiago y copia piezas Polifónicas
del manuscrito.6 En relación con el problema de la datación está también el hecho de considerar, o no, al Congaudeant catholici,
como la composición más antigua a tres voces, un presunto
“honor” disputado por otras dos partituras: Custodi nos (Biblioteca Nacional de Paris, Lat. 15139) y Verbum Patris humanatur
(University Library de Cambridge, Ff. I, 17). Siendo a tres voces, la
partitura de Santiago está escrita únicamente en dos pautas, por lo que
en la pauta inferior del Congaudeant Catholici aparecen dos
voces, una en tinta negra (voz grave) y otra en roja (voz intermedia),
esta última añadida posteriormente en el manuscrito. Esto hizo pensar a
Peter Wagner que el Congaudeant no era una obra a tres voces, sino que
de las dos voces superiores se tomaría una de ellas “ad libitum”, es
decir, que esas dos voces no son más que opciones que mutuamente se
excluyen.7 Sin embargo, la voz intermedia está escrita en
estrecha relación con la voz grave siguiendo una conducta preestablecida
y, de hecho, casi siempre procede por movimiento contrario respecto al
tenor, como si éste se viera a sí mismo reflejado en un espejo, en un
procedimiento que los tratadistas medievales denominan diafonía.
Asimismo, el hecho de que la voz intermedia haya sido copiada por una
mano diferente no presupone que haya sido compuesta con posterioridad a
las otras dos, ya que el uso de tintas de diferentes colores para
distinguir dos voces en la misma pauta es un recurso no muy habitual,
pero utilizado para ahorrar espacio.8 A esto hay que añadir
que la voz aguda situada en la pauta superior evidencia una estricta
dependencia de la voz intermedia en tinta roja, de la que se origina a
través de su glosa o paráfrasis, es decir, es generada por ella.9
Por tanto, desde el punto de vista compositivo parece que la primera
voz superpuesta al tenor ha sido la intermedia y dado que la voz
superior y el tenor han sido copiadas simultáneamente con el mismo tipo
de tinta, y dado, asimismo, que la voz aguda está generada por la
intermedia, concluimos que la pieza existe como tal composición a tres
voces antes de pasar a formar parte del Calixtin.10 En conclusión: no hay ninguna razón para no considerar al Congaudeant catholici como la composición a tres voces más antigua conocida.
La
música del códice es atribuida a varios autores, la mayoría obispos de
lugares tan distantes entre sí como Jerusalén, Roma, París y Galicia,
por lo que tradicionalmente se han considerado falsas estas autorías. No
obstante, es significativo que los nombres relacionados con las piezas
polifónicas proceden, casi sin excepción, de las ciudades del centro y
norte de Francia. Otra certeza es que la notación musical utilizada es
neumática, del tipo encontrado en los manuscritos contemporáneos de
gregoriano de la región centro-septentrional del país galo.11
Además, una observación en la página anterior a la colección de piezas
polifónicas (fol. 184v) afirma que el manuscrito se escribe en varios
sitios diferentes, pero principalmente en la Gran Abadía benedictina de
Cluny. Por tanto, parece claro que el manuscrito fue dispuesto para la
catedral de Santiago por monjes cluniacenses, pero en lo que ya no hay
una seguridad absoluta es si esta elaboración se realizó en Cluny.12 o en la misma Compostela, como apunta José López-Calo.
La
abundancia de piezas responsoriales en la polifonía de Santiago, es
decir, en las que alternan solistas y coro, hace pensar en la
interpretación solística de las partes polifónicas. Un ejemplo
paradigmático lo constituye el Alleluia. Vocavit. Del iubilus inicial sólo recibe tratamiento polifónico el Incipit,
una corta entonación a cargo de los solistas que es continuada por el
coro con el resto de la versión monódica original o melodía del tenor.
El extenso versículo a solo que le sigue (Vocavit Ihesus...) recibe de nuevo un tratamiento polifónico, realizando nuevamente el coro el final del versículo (quod est filii tonitrui), para repetir nuevamente, en el orden señalado, el iubilus inicial. Esta alternancia de organum
y monodia revela una de las características fundamentales de la
polifonía medieval en general, pero más que coral, es en realidad música
para un conjunto pequeño de solistas. Quizás por nuestro mayor contacto
con la música de épocas posteriores, esperamos normalmente una
interpretación coral de la polifonía, pero no debemos olvidar que la
situación en la Edad Media es la inversa, ya que durante todo el
periodo, los solistas conservan los derechos casi exclusivos de la
interpretación de la polifonía, su principal vehículo para demostrar la
habilidad improvisatoria y el virtuosismo vocal.13 De hecho, está documentado que en Santiago había cantores profesionales especializados.14 y el Calixtino distingue en ocasiones las partes que deben cantar “dos cantores” o, en el caso de la Epístola farcida de la misa de Santiago
(fols. 135v-138r) qué deben entonar cantor y lector respectivamente. En
consonancia con esta idea, en las partituras que siguen el estilo de organum de nota sostenida hemos optado por la interpretación a solo de la vox organalis,
mientras que el tenor o melodía gregoriana que la sustenta, es
interpretado por un pequeño grupo de cantantes. En las obras escritas en
estilo de discantus (conductus y un Kyrie tropado), un pequeño grupo, compuesto por tres o cuatro cantantes, se hacen cargo de cada una de las voces.
Otro
aspecto polémico es la utilización, o no, de instrumentos en la
interpretación. Algunos estudiosos dan por válidas las combinaciones de
voces e instrumentos, a pesar de ser una polifonía vocal en su
presentación. De esta forma, el compositor la concebiría como si fuera
destinada a voces, pero previendo desde el mismo acto creador la
habitual e indeterminada utilización de instrumentos y, en este sentido,
se ha argumentado que la escritura y naturaleza de las composiciones
parece sugerir en ocasiones una posible interpretación instrumenta.15
De hecho, que los instrumentos eran usados en la catedral de Santiago
lo sabemos por el mismo códice, que nos habla de cómo en la vigilia de
la traslación del apóstol a Santiago el 30 de diciembre los coros de
peregrinos pasan la noche en vela al pie del altar, agrupados por
nacionalidades (alemanes, franceses, italianos...), tocando cítaras,
liras, tímpanos, flautas, caramillos, trompetas, arpas, violines y
ruedas británicas o galas.16 No obstante, no poseemos hasta
el momento ninguna prueba documental que acredite la utilización de
instrumentos dentro de la liturgia, y ésta es la piedra de toque de la
cuestión. Sea como fuere, en nuestra interpretación hemos optado por
hacer una interpretación a capella que es la que, con seguridad, es posible y correcta, salvo en el Exultet celi curia, Fulget dies ista,
en el que nos hemos acompañado por el instrumento que preside el
“Pórtico de la Gloria”: el organistrum, contracción de organum e
instrumentum. El sentido de dualidad que implica su forma en ocho, y la
misma necesidad de dos intérpretes, sugieren que en él se opera la
fusión, característicamente medieval, de música celestial y real, es
decir, posee simultáneamente un sentido teórico-académico música como
arte liberal y práctico, como instrumento litúrgico.17
Ha
habido numerosos intentos de descubrir una clave para la interpretación
rítmica de la polifonía del Calixtino; entre ellos destacamos los de
Higinio Anglés,18 Theodore Karp,19 y Walther Krüger.20 0tros como Peter Wagner21 y German Prado22 transcriben en notación cuadrada moderna, sin pretender entrar en el problema rítmico.23
Como dijimos, la notación musical del códice se corresponde con la
neumática gregoriana del Centro-Norte de Francia de mediados del siglo
XII. Esta notación, como la de los códices de San Marcial coetáneos,
excluye positivamente la posibilidad de medida rítmica, tanto en las
notas simples como en los neumas, tanto en la monodia como en la
polifonía. Teniendo en cuenta que varias piezas aparecen anotadas en el
Calixtino en su versión monódica y polifónica, no hay ninguna razón para
pensar que la escritura a una voz cambie de significado rítmico pasando
de un ritmo fundamentalmente libre a uno medido por la sola añadidura
de una segunda voz sobre la melodía original. Por tanto, y como norma
general, hemos utilizado el ritmo libre gregoriano, aunque se han tenido
presentes algunos cambios recogidos en el códice referentes a las
grafías y que pueden inducir a pensar en variaciones rítmicas. Así, por
ejemplo, en el final del conductus Gratulantes celebremos hemos alargado considerablemente la duración de las últimas notas sobre la palabra Domino porque las virgae
con que se corresponden están escritas en un modo completamente
diferente a la generalidad del códice, en una forma que parece querer
indicar cierta pesadez en las notas cadenciales. Este primer intento de
dar una forma nueva a los neumas gregorianos clásicos, con un sentido
evidentemente rítmico, está ya a un paso de las revoluciones rítmicas de
Leoninus y serían un estadio inmediatamente anterior a la notación
rítmico-modal característico de la escuela parisina. Por otro lado, la
utilización de líneas divisorias (similares a las posteriores pausationes y respirationes)
en el manuscrito, especialmente en las cadencias, hacen también pensar
en los inicios de una música medida, unos reposos que asimismo hemos
tratado de respetar en nuestra interpretación. En resumen: predomina un
ritmo libre gregoriano, pero modificado en algunos momentos.
En
nuestra interpretación hemos utilizado una transcripción inédita
realizada por Juan Carlos Asensio Palacios en 1991, prescindiendo de la
propuesta de Theodore Karp24, interesante, pero muy
discutible en dos aspectos: su transcripción es rítmica y, en segundo
lugar y sobre todo, el hecho de que su constante búsqueda de
consonancias entre las voces le hacen justificar la división de los
neumas o ligaduras, rompiendo la correspondencia entre sílabas y notas;
es más, estableciendo que la última nota de un neuma debe ir con la
sílaba siguiente, algo, en nuestra opinión, sumamente improbable.
José Ignacio Suárez Garcia
Ars Combinatoria
Universidad de Oviedo
Notas
1. BÉDIER, Joseph. Les Legendes Épiques, III. Paris, 1929, p. 75 y ss.
2. HOPPIN, Richard H. (Ramos López, P. trad.). La Música medieval. Madrid: Akal, 1991, p. 223.
3. LÓPEZ-CALO , Jose. «Calixtino, Códice». En CASARES RODICIO, Emilio (dir.): Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, vol. 2. Madrid: SGAE, 1999, p. 930.
4. LÓPEZ-CALO, José. La música medieval en Galicia. A Coruña: Fundación Pedro Barrié de la Maza, 1982, p. 40.
5. Mientras que las secciones en estilo de organum
florido son las más desarrolladas en la primera generación de
Nôtre-Dame, siendo las cláusulas sencillas, la segunda hará hincapié en
las secciones medidas.
6. LÓPEZ-CALO, José, op. cit., p. 41.
7. WAGNER, Peter. Die Gesänge der Jakobusliturgie zu Santiago de Compostela aus dem sog. Codex Calixtinus. Friburgo (Suiza): Universität-Buchhandlung, 1931, p. 166.
8. HOPPIN, op. cit., p. 228.
9. La voz superior solamente abandona los pasos de la voz intermedia
cuando ésta sube al agudo en forma de propulsión.
10. VEGA CERNUDA, Daniel S. «En torno a la cronología del Congaudeant Catholici». En: Revista de Musicología, VI, 1983, nos. 1-2, pp. 541-563.
11.
Comparándola con otras notaciones monofónicas, queda clara la
afiliación del Calixtino con la tradición centro-septentrional francesa,
bien representada por manuscritos producidos para la catedral de Nevers
en el siglo XII. Sin embargo, parece que este tipo de notación estuvo
bastante extendido, teniendo en cuenta que lo encontramos en lugares
relativamente alejados, que iban desde los círculos anglo-irlandeses a
un monasterio cisterciense del norte de Italia.
Tendría que descubrirse más sobre las tendencias de la
notación en el siglo XII, sobre la formación de los
escribas y los scriptoria
musicales en esta centuria, para formular hipótesis definitivas acerca
de dónde podría haber sido anotado y compilado el Códice Calixtino. Para
lo relativo a la notación del Calixtino véase: Fuller, Sarah:
“Perspectives on Musical Notation in the Codex Calixtinus”. En
LOPEZ-CALO, José y VILLANUEVA, Carlos (eds.): El Códice Calixtino y la música de su tiempo. A Coruña: Fundación Pedro Barrié de la Maza, 2001, pp. 183-234.
12. HOPPIN, op. cit., pp. 229-30.
13. HOPPIN, op. cit., pp. 225-6.
14. LÓPEZ-CALO, op. cit., p. 52.
15. VEGA CERNUDA, art. cit., p. 559.
16. MORALEJO, A. , TORRES, C. y FEO, J. (trads.). Liber Sancti Jacobi
“Codex Calixtinus”, Libro I. Santiago de Compostela, 1951 (Reedición X.
Pontevedra: Carro Otero, Xunta de Galicia, 1993, pp. 199-200).
17. Sobre la simbología del organistrum véase Medina,
Angel. «Notas sobre la simbólica musical del
Camino». En: Cuadernos del CEMYR, 6 (1998), pp. 63-80, especialmente pp. 70-72.
18. ANGLÉS, Higinio. «Die Mehrstimmigkeit des Calixtinus von Compostela und seine Rhythmik». En: Festschrift Heinrich Besseller, Leipzig, 1962, pp. 91-100.
19. KARP,Theodore: «St. Martial and Santiago de Compostela: An Analytical Speculation». En: Acta Musicológica, 39, 1967, pp. 144-60.
20. KRÜGER, Walther. «Zum Organum des Codex Calixtinus». En: Die Musikforschung, 17 (1964), pp. 225-34. KROGER, W «Nochmals zum Organum des Codex Calixtinus». En: Die Musikforschung, 19 (1966), pp. 180-6. KRUGER, W. «Ad superni regis decus». En: Die Musikforschung, 20 (1967), pp. 40-44.
21 WAGNER, op. cit.
22. PRADO, Germán (0.B.S.). Liber Sancti Jacobi. Codex Calixtinus, II (Música). Santiago de Compostela, 1944.
23.
Un repaso crítico sobre las principales propuestas de transcripción de
esta polifonía puede consultarse en LOPEZ-CALO, José. «Claves, viejas y
nuevas, para la transcripción de la música del Códice Calixtino». En
LOPEZ-CALO, José y Villanueva, Carlos (eds.): El Códice Calixtino y la música de su tiempo. A Coruña: Fundación Pedro Barrié de la Maza, 2001, pp. 235-271.
24. KARP, Theodore: The Polyphony of Saint Martial and Santigo de Compostela. Berkeley and Los Angeles: University of California Press, 1992.
Pasaron ya años desde que en 1991 nació Ars
Combinatoria de la inquietud por cantar polifonía del siglo XVI
español..., trobar cantigas medievales..., tañer con un bajo continuo..,
o reunirse para interpretar música de J.S.Bach, entre muchas otras
músicas, con la única intención y deseo de tener un amplio conocimiento
para hacer la música escrita hoy.
Poseer la capacidad de abarcar
cualquier forma musical dentro de su historia, con la variabilidad de
plantilla que esto conlleva, fue la idea generadora de Ars Combinatoria.
Para
Ars Combinatoria no sólo el material sonoro gobernado por una unidad
musical es lo que llega a producir el acto en sí del concierto. Parte
fundamental es el montaje y la convivencia entre los músicos que
trabajan durante todo el año en retiros temporales, de los que poco a
poco algunos se van integrando en toda una forma de pensar y hacer.
Estos
encuentros se presentan como algo “abierto”, contando con músicos
especializados para interpretar im variado repertorio de diferentes
características cronológico-estilísticas, desde el medievo hasta el
siglo XXI: cada idea y programa dispone de una formación vocal e
instrumental adaptada a ese fin. No es para Ars Combinatoria ningún
problema pasar de una fídula a un violín barroco o a un violín
amplificado. Así, hace más de tres años que se vienen realizando
conciertos en los que la música contemporánea es protagonista
mezclándose instrumentos acústicos con música electrónica. Por otro
lado, trabajar en proyectos escénicos con estéticas muy actuales es uno
de los objetivos que están haciéndose realidad. Podemos nombrar Madrid,
Avila, Pamplona, Extremadura, Galicia, Islas Canarias, Valencia, Zamora,
Andalucía, Murcia, Asturias, Barcelona, Ibiza, Soria en España, además
de Inglaterra, Italia y Austria como algunos de los lugares donde el
grupo ha ofrecido más de dos centenares de conciertos.