This program concentrates on the primary manuscripts of Ars Antiqua polyphony in Spain, Las Huelgas and Madrid. Especially in the case of the former, many works are direct copies of the central French repertory. However, the present program selects only those works appearing alone in Spain, and so attempts to reconstruct some contours of a native Spanish style as distinct from that of France. In addition, some accompanying plainchant is included, as well as instrumental interludes improvised according to Las Huelgas material.
medieval.org
Harmonia Mundi "Ibèrica" HMI 987021
Iglesia de San Miguel, Daroca, Zaragoza
junio-julio de de 1999
alia mvsica
01 - Cedit frigus hiemale
[4:53]
ai cgh; ms fo jc cg
02 - Agnus Dei Christi miseracio
[2:39]
ac, cs, eg
03 - Omnipotens fecit ~ Plaudite
[2:56]
fo ai ms cgh jc cg
04 - Plange, castella misera
[3:06]
cs
05 - Belial vocatur [2:46]
ai, ms, jc, cg
06 - Instrumental - Benedicamus Domino X. Verbum patris hodie [1:12]
dos vihuelas de arco medievales, laúd
07 - Flavit auster [3:53]
cs, ac
08 - Ovibus pastoris ~ Pro ovibus
[3:21]
ai cg; ms cgh jc fo
09 - Maria, virgo virginum
[3:08]
ac, cs, eg
10 - Sanctus Cleri cetus [3:42]
cs eg; eg
11 - Instrumental [1:55]
dos vihuelas de arco medievales, laúd
12 - Gloriose matris Dei
[3:51]
ai cgh; ms cg fo
13 - Salve porta ~ Salve salus ~ Salve
sancta parens [1:27]
ac, cs, eg
14 - Patrum sub imperio ~ Pro patribus
[4:00]
ai, ms; cgh, fo, jc, cg
15 - Instrumental [2:55]
organetto
16 - Da castatis thalamum [1:38]
cs, ac
17 - Agnus Dei Ave Maria
[2:21]
ai, ms; cgh, fo, jc, cg
18 - Virgo sidus aureum
[13:55]
cs; ac, cs, eg
19 - Instrumental - Sanctus VII. Ave verum [2:03]
dos vihuelas de arco medievales
20 - Dominus gloriae ~ Domino quoniam
[4:20]
ai, ms, coro
21 - Resurgens Domini [2:25]
ac, cs, eg
22 - Instrumental [3:04]
organetto
Alia Mvsica
Miguel Sánchez
Albina Cuadrado,
canto (ac)
Carolina del Solar, canto (cs)
Esperanza Garcia-Salmones, canto (eg)
Angel Iznaola, canto (ai)
Flavio Oliver, canto (fo)
Jose Antonio Carril, canto (jc)
Carlos Ghiringhelli, canto (cgh)
Miguel Sánchez, canto (ms), laúd
Alba Fresno, vihuela de arco medieval
Carlos Garcia, canto (cg), vihuela de arco medieval, organetto
Fuentes:
Madrid, Biblioteca Nacional,
mss. 20486
Burgos, ms. del Monasterio de
Santa María la Real de Las Huelgas
Barcelona, Biblioteca del
Orfeó Català, ms. 1
Paris, Bibliothèque
Nationale, lat. 5132.
Fuentes del canto llano:
Gradual de Saint-Yrieix, París, Bibl. Nat., lat. 903
Misal notado, París, Bibl. Nat., lat. 1112
Graduale Salisburiense, Londres, British Museum, Add. 12914
Los fragmentos instrumentales se han realizado a partir de material
melódico del códice de Las Huelgas.
Junto a facsimiles de los manuscritos se han utilizado las
transcripciones realizadas
por Juan Carlos Asensio Palacios del códice de Las Huelgas y
códice de Madrid,
y las de Mª Carmen Gómez Muntané del ms. 1 de
Barcelona.
Edición y traducción de textos latinos: Josemi Lorenzo
Arribas.
Instrumentos:
Vihuelas de arco medievales (J. Reolid, Móstoles-Madrid 1990),
Organetto (J. Reolid 1992), Laid medieval (Sebastián
Núñez, Utrech 1993).
Ingeniero de sonido: Pere Casulleras
El Ars Antiqua en España
Prácticamente abandonada toda actividad musical
autóctona, la Península Ibérica comienza una nueva
andadura a partir del último tercio del siglo XI. No son buenos
años para los músicos hispanos, entendiendo por tales no
solamente los cantores de los centros religiosos, sino los que desde
esos mismos centros reflexionan sobre el propio hecho musical. Se
impone desde el exterior un cambio en las actitudes litúrgicas
que llevan implícito nuevas músicas, nuevas sonoridades
con las que hay que familiarizarse. Hasta ahora nuestro territorio
había permanecido impermeable no solamente al canto de Roma,
sino a todas aquellas novedades que con el afán de solemnizar
los actos de culto, imponían nuevas modas incluso a los centros
más conservadores. Tropos y polifonías
confundirían, a buen seguro, a los noveles destinatarios del
repertorio, quienes desconfiarán aún más de las
novedades llegadas de allende los Pirineos. Parte del territorio
había pasado ya por esta experiencia varias décadas
antes, lo cual permitió una mayor difusión de las
novedades en regiones próximas al mediodía
francés, con grandes posibilidades de intercambio cultural.
Desde esta perspectiva, el monasterio catalán de Santa
María de Ripoll es un lugar privilegiado. Allí se copian
en la primera mitad del siglo XI varios tratados teóricos de
gran interés para establecer la penetración de las ideas
musicales en España. Una parte del Micrologus de Guido y
sobre todo, la presencia de Musica Enchiriadis y de Scolica,
Enchiriadis son suficientes para probar que el conocimiento y la
práctica de la polifonía son un hecho en la Cataluņa de
comienzos del segundo milenio.
Estas prácticas tardarían en arraigar en el resto del
territorio sumido, como hemos dicho, en un cambio de rito
litúrgico. Algunas coyunturas favorables van a posibilitar que
determinados lugares sean más propicios que otros a la hora de
conocer la música a voces. Así el Camino de Santiago
funciona no solamente como vía de peregrinación de
personas, sino también de ideas, costumbres, culturas y, por
qué no, música. Para depositarlo en su catedral, es
copiado uno de los libros emblemáticos de la polifonía
medieval, el Codex Catixtinus. Hoy sabemos que su factura no es
hispana, sino francesa (probablemente en el scriptorium de la
abadía francesa de Vezelay), nada extraño debido a su
parentesco sonoro con la escuela también gala de San Marcial de
Limoges. A pesar de todo no parece haber duda de que las
melodías contenidas en el Liber Sancti Jacobi sonaron y
deleitaron a nuestros antecesores y que pudieron servir de modelo para
músicos hispanos, cuyos trabajos hoy hemos perdido.
Por esos años (ca. 1163) en París ocurren acontecimientos
de gran importancia para la historia de nuestro arte. En la ciudad del
Sena, el obispo metropolitano Eudes de Sully pone la primera piedra de
lo que después será la Catedral de Notre-Dame en la que
sonará un repertorio que dará comienzo a una época
emblemática de la historia de la música: el Ars
Antiqua. París era un foco cultural de primer orden. A sus
centros de enseñanza acudían estudiantes de toda Europa
quienes a su regreso difundían las enseñanzas allí
aprendidas. Surge así un movimiento periférico en lo
musical que asume y difunde las novedades parisinas al regreso a sus
lugares de origen. Junto a los manuscritos copiados en París,
dos de las principales fuentes de música de la época
proceden de Inglaterra (Wolfenbüttel, Herzog August Bibliothek
628) y de España (Madrid, Biblioteca Nacional, mss. 20486).
Andando el tiempo, nuestro país se mostrará ampliamente
interesado en estas prácticas tan europeas hasta el punto de
producir un repertorio propio conservado en manuscritos hoy
emblemáticos para el estudio de la música tie ese
período. No es casual entonces que nuestros archivos atesoren
códices completos y fragmentos con polifonía anterior a
1300 de creación genuinamente hispana. Probablemente el
repertorio único de nuestras fuentes no sea tan distinto del
conservado en las copiadas en el resto del continente, pero esta
circunstancia ha dado que pensar a más de un investigador. La
posibilidad de encontrar un "repertorio de Ars Antiqua
español" que se distinga suficientemente del "repertorio
central" no parece ir más allá de la circunstancia de
conservarse en nuestros manuscritos como fuentes únicas.
Aún así hay algunos rasgos estilísticos y formales
que podrían conducirnos a cambiar nuestro modo de pensar.
Aunque el manuscrito de Madrid no es tan conocido en los ambientes
musicológicos como el de Las Huelgas, su contenido no es menos
interesante. Cierto que un gran número de sus piezas se
encuentran ya en otras fuentes (incluyendo Huelgas), pero presenta una
pequeña colección de motetes al final de su elenco con
unas características propias: reducción del numero de
voces con respecto a otros códices, omisión de los tenores...
que hacen del manuscrito un caso muy especial. Algunos
de ellos son unica y no existen cláusulas de referencia
a la hora de contextualizados litúrgica y formalmente (caso de
los cuatro motetes seleccionados para esta grabación) y
presentan además características interesantes dentro del
repertorio motetístico medieval, como Dominus glorie /
Domino guoniam, una especie de glosa de las Laudes regie
carolingias, como ya observara Craig Wright.
Junto a estas obras el códice de Madrid transmite, entre otras,
una importante colección de conductos y dos famosos quadrupla
perotinianos. Ignoramos el lugar exacto de copia del manuscrito,
probablemente Toledo (ca. 1265) en cuyo archivo catedralicio
permaneció hasta que en 1869 pasó a engrosar los fondos
de la Biblioteca Nacional de Madrid.
Con un contenido más extenso y ambicioso (186 piezas frente a
las 101 de Madrid) el códice de Las Huelgas es el único
manuscrito de este período que todavía se conserva en el
lugar para el que fue copiado: el monasterio cisterciense femenino de
Santa María la Real de Las Huelgas situado en la castellana
ciudad de Burgos. Conservamos algunos fragmentos polifónicos de
este período que podemos poner en relación directa con
ese entorno castellano, lo cual confirma el conocimiento y la
práctica de la polifonía en estas tierras tiempo antes de
la copia del códice. Su contenido abarca desde repertorios
anteriores a Notre-Dame hasta las más atrevidas innovaciones
surgidas en la época de su copia (ca. 1325). Podemos decir que
entre sus folios se encierran casi doscientos años de historia
musical de Occidente. La mayoría de las piezas son de contenido
mariano, destacando varias obras del Ordinario de la misa, algunas de
ellas trapadas (Sanctus Cleri cetuss, Agnus Dei Christi miseracio)
de un estilo muy peculiar aunque próximo al repertorio
litúrgico inglés conservado en otros manuscritos de la
época. Motetes como Salve porta / Salve salus / Salve sancta
parens o conductus-motetes como Belial vocatur nos muestran
parte del ingenio hispano, expresado en la brevedad del primero (cuyo tenor
está tomado no de un melisma responsorial sino del
íncipit de uno de los cantos de entrada más populares en
el repertorio monodico mariano) y en la amplitud sonora de las cuatro
voces del segundo. Prosas monodicas como Virgo sidus, de
extraordinaria inventiva melódica a pesar de su longitud o Flavit
auster de más austera concepción, y
polifónicas como Maria virgo virginum, se combinan con
el canto fúnebre Plange Castella misera dedicado a
Sancho III, uno de los cuatro ejemplos de planctus que encierra
el manuscrito.
Aunque Madrid y Huelgas son los manuscritos principales, un interesante
repertorio ligado al área catalana se conserva hoy en la
Biblioteca del Orfeó Català en un manuscrito procedente
del monasterio tarraconense de Scaladei. Ciertamente no es el
único de esta región ya que desde hace algunos anos la
profesora Gómez i Muntané nos ha presentado otros muy
interesantes procedentes de Tortosa, Vallbona... Es bien conocido que
una característica de los manuscritos españoles y en
concreto de los de esta época (c. 1300) y área es la de
escribir las notas simples como breves, no como longas como es habitual
en otros códices. Además las formas musicales y estilos
de las piezas son comunes a Huelgas: tropos del Ordinario (Agnus
Dei, Ave Maria), de exquisita invención y amplio recorrido
melódico en las dos voces) y otras muy semejantes a prosas
(Gloriose matris Dei) al igual que en el manuscrito castellano.
A veces encontramos pequeñas sorpresas en manuscritos
litúrgicos como Cedit frigus, cuya forma recuerda al
virelai que se desarrollará en épocas posteriores.
Conservado hoy cala Biblioteca Nacional de París (f. lat. 5132),
procede del monasterio de Ripoll, lugar del que ya conocemos su papel
pionero en la polifonía peninsular. Estilo fresco,
temática desenfadada y su ambigua notación hacen de esta
pieza un caso singular como lo es la propia trayectoria de la
polifonía española en el Ars Antiqua.
Juan Carlos Asensio